La seca anticipó la zafra de terneros. A los productores, la falta de lluvias les “achicó el campo” como suele decir, y si bien en esta semana se dieron precipitaciones las mismas fueron de diverso milimetraje que no en todos lados alcanzó a revertir ese proceso. Siguiendo con la jerga, además, “no llueve pasto” como dicen los ganaderos.
Es muy probable que estas lluvias traigan alivio y permitan entrar al otoño en mejores condiciones, es decir con mayor oferta de pasto. Todo dependerá del clima de febrero y marzo. Pero hay un daño que ya se produjo y por lo tanto muchos criadores se ven en la necesidad de sacarle el ternero a la vaca para que esta disponga del pasto escaso y se pueda recomponer pensando en la próxima preñez.
Por eso el listado de remates que se van a realizar es mayor al habitual para enero.
Este adelantamiento de la zafra se reflejó en el remate que dio esta semana el Rosgan (Mercado ganadero de Rosario), que ofreció nada menos que 12.000 cabezas de invernada y cría, un número difícil de juntar en el arranque del año.
En la balanza, una vez concluido el remate, se confirman algunas presunciones negativas, aunque también hay cosas positivas para rescatar.
Por un lado se confirma el impacto negativo de la seca. Pero por otro se destaca que la caída del precio respecto de diciembre fue de solo 6% en las categorías de terneros y terneras y de lotes mixtos y de 2,5% en novillos recriados respecto de los promedios de diciembre. En términos reales la caída es mayor.
Raúl Milano, director ejecutivo del Rosgan, hizo este análisis: La cadena está funcionando con grandes componentes que la afectan. Por un lado, la seca pronunciada afectó fuertemente a los campos y acelera la salida de animales, y por el otro la macroeconomía que sigue haciendo tremendos ruidos en relación a la deuda y negociación con el FMI. Pero también hay una manifiesta inestabilidad resultado de déficit permanente y emisión monetaria descontrolada. La sensación de cualquier productor es que la toma de decisión está muy atada a estas componentes y no solamente a una relación de oferta y demanda.
Por eso consideró que a pesar del contexto y de la alta oferta “los precios de las diferentes categorías solo tuvieron un quebranto del 6%, mucho menor a lo que algunos analistas ganaderos preveían y que, a pesar de quedar bastantes lotes sin vender o retirados de la oferta, se registró el precio de indiferencia al cual el productor no está dispuesto a vender”.
Milano concluyó que se trató de “un buen remate que nos permite concluir que la caída de precios no fue tan importante a pesar de la abundante oferta, y que los productores siguen apostando a la ganadería como una reserva de valor, esperando que cesen las intervenciones que distorsionan los mercados y apostando a un mundo que demanda cada vez más carnes rojas”.
Los valores por categoría fueron: Los promedios en cada categoría fueron: Terneros $309,57, novillos de 1 a 2 años $260,62, novillos de 2 a 3 años $242,02, novillos de más de 3 años $225,01, terneros y terneras $300,93, terneras $280,25, vaquillonas de 1 a 2 años $238,45, terneros Holando $223,60, novillos Holando $182,57, vacas de invernada $161,19, vacas con garantía de preñez $76.509.93, vacas con cría al pie $48.393,33 lo que pisa.