En marzo pasado los únicos impuestos que crecieron en el esquema de recaudación de la administración nacional fueron aquellos que contribuyen a aislar a la Argentina del resto del mundo.
El mes pasado la recaudación por IVA aduanero fue de 168.048 millones de pesos, una cifra nominal 67,7% superior a la registrada en marzo de 2021, mientras que el IVA abonado por consumidores argentinos creció un 49,8% y en realidad descendió porque no logró superar a la inflación oficial del 52,3%, la cual, vale recordar, está contenida con fórceps de todo tipo y color, tales como “Precios Cuidados”, intervenciones y subsidios cruzados (“fideicomisos”).
Otra de las fuentes de ingresos principales que registraron un aumento real fueron los derechos de importación y la tasa de estadística con una recaudación de 47.825 millones de pesos (+63,8% nominal respecto de marzo del año pasado). Eso implica un encarecimiento de todos los insumos importados no fabricados en el país (fertilizantes, glifosato técnico, componentes tecnológicos, maquinaria, etcétera).
El denominado “impuesto PAIS”, que grava los consumos dolarizados (viajes al exterior, programas informáticos, etcétera), recaudó una suma de 22.823 millones de pesos, con un crecimiento interanual del 294%.
La recaudación por el impuesto a las ganancias correspondiente a operaciones de comercio exterior fue en marzo de 28.122 millones de pesos (+96,7%), mientras que la correspondiente a negocios realizados en el mercado interno subió un 60,5%, una proporción que está más en línea con la inflación real sin artilugios maquilladores.
Finalmente, en marzo pasado la recaudación por derechos de exportación, que, si bien abarca a todos los bienes y servicios, se nutre fundamentalmente de las exportaciones agroindustriales, fue de 136.587 millones de pesos (+91%). El mes pasado la recaudación por retenciones representó nada menos que el 13,3% de los ingresos tributarios totales, una proporción por demás elevada.
La suma total de esos impuestos –que le complican la vida a lo sectores exportadores y, al final del día, desincentivan la creación de divisas– representó en marzo un 60% del total de la recaudación tributaria de la administración nacional, lo que muestra el grave nivel de distorsión presente en la estructura tributaria argentina.
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