La célebre canción “As times goes by” (A medida que pasa el tiempo) que inmortalizó la película “Casablanca”, mezcla de drama y romance, es perfectamente aplicable al lema que cada año persigue en sus congresos anuales las Confederaciones Rurales Argentina (CRA). Esta fue la cuarta edición, solo que en este caso hubo más contenido de drama que de romance. Así es la historia política argentina al final del cuento.
Las Jornadas Nacionales del Agro (Jonagro), arrancaron en 2016, con el lema “El Agro: un mosaico para armar”. Siguieron en 2017, con el eslogan: “Competitividad, un objetivo a lograr”, el cual fue replicado en 2018, hasta llegar al de este año: “Consolidar la competitividad”. A medida que pasa el tiempo (As times goes by), y los gobiernos, el espíritu de discusión que la entidad pretende se encuentra en un bucle que no se supera con otros temas, porque desde 2016, y mucho antes también, la competitividad sigue siendo la gran materia pendiente en política agropecuaria.
Más allá de eso, el espíritu esencial de cada Jonagro es el de plantear un espacio para escuchar “a todos”, para debatir y buscar consensos ampliados, cualquiera sea el espacio gremial o la integración partidaria que identifique a las personas.
La particularidad de esta cuarta edición es que se llevó a cabo en un lugar que, otrora, hubiera sido polémico y discutido: el Centro Cultural Kirchner (CCK), un espacio inaugurado en 2015 en el edificio que fuera anteriormente sede del Correo Central de Buenos Aires. No es menor esta elección de un lugar que recibe su nombre en homenaje al ex presidente argentino, Néstor Kirchner, y que es considerado como el proyecto cultural argentino que más inversión recibió en toda su historia.
“Trabajando es que logramos cosas como estas. Etchevehere me bromeaba hace un rato y me decía: ´mira que acá viene Barenboim y la reina de Holanda´. Bueno, acá también viene CRA. Es la primera vez que el agro se sienta en este espacio. Estar acá es un signo de madurez. Una muestra de la integración público-privada. Consolida las mesas de competitividad y el trabajo permanente para los dirigentes en todos los ámbitos”, dijo Dardo Chiesa, presidente de CRA, entidad que nuclea a unas 16 confederaciones y más de 360 sociedades rurales.
En 2018, Jonagro se había realizado en el Palacio de Aguas Corrientes de la Ciudad de Buenos Aires y el lema de aquel entonces, “Competitividad, un objetivo a lograr”, no cambió mucho del de este año: “Consolidar la Competitividad”. ¿Falta de originalidad o símbolo de los mismos objetivos trazados, aún no alcanzado?
Ver: Dardo Chiesa: “La falta de competitividad empieza tranqueras afuera”
Chiesa remarcó: “Nunca pensé que Argentina volvería a encontrarse inmersa en una turbulencia de este tipo”, y remarcó que el rol de las bioenergías en la producción agropecuaria es una asignatura importante: “Ser productores de bioenergías es un tema del cual aprender y debemos interiorizarnos. Pero necesitamos un marco legal para que no se vaya para adelante y luego, para atrás”.
Otro tema al que apuntó Chiesa es la juventud y su poder de opinión. “Ellos hicieron un esfuerzo en mostrar la imagen de CRA y está bueno que tengan un espacio institucionalizado. Ellos son el futuro”, disparó el dirigente agropecuario.
La mesa ovina también estuvo presente en su discurso de apertura. “El ovino está pidiendo cancha para salir. Pero también es cierto que la Ley Ovina debe ser revista para ser puesta en funciones”.
Chiesa destacó la necesidad de una reforma tributaria, y argumentó que “la formación de los precios les quita el sueño a los productores. El productor tiene que tomar el precio que le dan, sin posibilidad de defenderse. Debemos terminar con las posiciones dominantes”.
Según el presidente de CRA, “la Argentina se debe debates e integraciones. Por eso no creo que sea polémica la invitación a Jonagro al presidente de la UIA (Miguel Acevedo)”.
En el mismo punto, Chiesa apuntó al dirigente Juan Grabois, quien hace poco propuso una reforma agraria durante un hipotético gobierno de Alberto Fernández, y resaltó: “Estaría bueno que pueda sentarse con nosotros y debatir. Y si él cree que tiene la razón, poder trabajar juntos y encontrar la solución al problema que tiene la Argentina, que es gente con necesidades y falta de trabajo. Es la misma preocupación que tenemos nosotros, nada más que vemos el problema de distintos lados”.
Agregó de inmediato: “Se acabaron las antinomias y el hablar a la prensa con otro mensaje. La respuesta está en las mesas de competitividad. El que gana, gana y el que pierde, acompaña. El gran mensaje es que a la Argentina la sacamos entre todos o no la saca nadie”.
En un tono parecido, el ministro de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, reivindicó el valor de las mesas de competitividad como símbolo de construcción público- privada, y expresó que “eso es la marca registrada de este Gobierno, de poder, a través de la interacción, generar confianza. Incluso el presidente de La Nación se sienta en esas mesas, y toma nota de todo lo debatido”.
El ministro remarcó que “el aceleramiento que hay, al menos en nuestro ministerio, cuando se aproxima una nueva reunión de mesa es impresionante. Nos hemos acostumbrado a concretar cosas que parecían irrealizables, por ejemplo, haber eliminado 725 normas que nos hacían perder tiempo y dinero y se pasó de 7 a 2 declaraciones juradas anuales. Pasamos a ver al productor como amigo y no como enemigo. Porque antes las normas estaban escritas para el peor enemigos”.
Según el funcionario, luego de 20 años las gramíneas superaron a las oleaginosas y se favoreció la rotación de cultivos. “Eso es gracias a ustedes los productores. Y hoy hablamos de una cosecha récord de 147 millones de toneladas. Así que ya ven como, sin trabas, se expresa el potencial de la productividad agropecuaria argentina”, destacó, y al mismo tiempo acentuó que “en trigo llegaremos a un cuarto récord consecutivo de 6,6 millones de hectáreas cubiertas y una producción de 21 millones de toneladas”.
Con respecto al Censo Nacional Agropecuario realizado en 2018, Etchevehere explicó que “estamos analizando los números. Sólo la soja da 350.000 empleos directos. La industria automotriz no llega a 40.000 empleos. La industria forestal generó 100.000 empleos y la cadena porcina, unos 60.000 puestos”.
En una especie de resumen de gestión que trazó en su discurso en Jonagro, el ministro de Agricultura resaltó el papel de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia), y dijo que “tenemos una Conabia segura y fácil, por lo cual cualquier pyme puede inscribir un evento biotecnológico. Este año la Conabia fue distinguida en ser un referente en biotecnología”. También comentó que “hay 57 eventos aprobados para diferentes granos”.
Entre otras políticas que resaltó Etchevehere, se refirió a la de Cosecha Segura, que implica un operativo de accesos a los puertos con más efectivos abocados. “Sacamos la mafia de los puertos y hoy todos los gremialistas mafiosos están presos. Organizamos la capacidad de descarga en los puertos. Hoy los camiones están entre 8 y 10 horas y queremos bajar ese tiempo a 6 horas”, argumentó.
En cuanto a los bitrenes, que permitirían reducir hasta 30% el gasto en gasoil, Etchevehere recordó las pruebas piloto que se están realizando. “Muchas provincias habilitaron rutas, y el objetivo con esto es bajar costos de logística”, subrayó, en alusión a estas unidades cuyo uso está contemplado en el Decreto 27/2018, que modifica el artículo 2 de la Ley Nacional de Tránsito 24.449 para habilitarlos.
El funcionario recordó que “del puerto de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, está saliendo madera”, y remarcó que “se está terminando la logística para que en marzo de 2020 ingrese la primera formación de vagones al puerto de Timbúes en Rosario. Así tendremos la flota más moderna entre tren, camión y barco”.
Etchevehere mencionó que también se trabajó para mejorar la transparencia del sector con herramientas de información como las plataformas electrónicas, los programas SIO Granos, SIO Carnes, Sistema de Precios de Referencia (SPR) de las Lanas y el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA).
El ministro concluyó en que “el mundo volvió a confiar en la Argentina. Me cuesta recordar que un presidente tenga un nivel de confianza como el que tuvo Macri. La antesala de la firma de un acuerdo es la confianza que se pueda generar. Así fue como abrimos 217 mercados, y pronto habrá más novedades en cuanto a nuevos mercados”.
Por lo pronto, está vigente desde 2018 la firma del protocolo sanitario con China para ampliar la exportación de carne, el acuerdo para exportar limones a Estados Unidos, y luego del acuerdo alcanzado entre el Mercosur y la UE, se firmó un acuerdo de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Cambio (EFTA, por sus siglas en inglés), integrada por Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein.