Nuevamente el impuesto a los Bienes Personales vuelve a estar en discusión. El oficialismo logró el martes pasado –gracias a la conveniente ausencia de dos diputados de Juntos por el Cambio, Gabriela Brouwer de Koning y Álvaro González– aprobar en la Cámara de Diputados un proyecto de impuesto a los Bienes Personales.
La iniciativa, que venía del Senado, deberá regresar ahora al Cámara baja para su aprobación final, lo que sucederá probablemente el 29 de diciembre, dado que se requiere su aprobación definitiva antes de fin de año para que tenga vigencia en el ejercicio fiscal de 2022.
Los cambios que se introdujeron al esquema vigente son que el mínimo no imponible pasa de 2,0 millones actuales a 6,0 millones de pesos y de 18 a 30 millones para inmuebles destinados a casa-habitación del contribuyente, montos que se ajustarán anualmente por inflación. Pero se incrementa la alícuota máxima para bienes en el país de 1,25% a 1,50% para el caso de patrimonios mayores a los 100 millones de pesos y hasta 1,75% para patrimonios de superiores a 300 millones. A su vez, la alícuota de bienes en el exterior se mantiene en 2,25%.
Invecq Consulting elaboró un informe en el cual se muestra que en apenas 5 de los 35 países que integran OCDE se aplican impuestos que gravan el patrimonio personal, mientras que en América latina, además de la Argentina, tales tributos se instrumentan solamente en Uruguay, Colombia y Guyana.
“Los problemas que encuentra la Argentina respecto a este tributo son varios. El primero tiene que ver con que su tasa máxima se encuentra entre las más altas del mundo: 2,25%, cuando en el resto se encuentra siempre en un máximo de 1,50%, exceptuando el caso de España, que se rige por regiones y alcanza hasta 3,50% en algunas y 0% en otras. A su vez, el mínimo no imponible de nuestro país, con la actualización, ha quedado entre los más bajos del mundo, generando una imposición a una mayor cantidad de personas”, apunta el informe de Invecq.
Otro problema es el efecto de la doble tributación, dado que las provincias tienen la potestad de cobrar impuestos inmobiliarios que cargan doblemente a la tenencia de inmuebles. “Esto ahora se agravaría dado que en las últimas horas se conoció el borrador de un nuevo ‘consenso fiscal’ que firmaría el presidente con los gobernadores la semana que viene. En el mismo se fija una alícuota mínima del 2% para el impuesto automotor y un rango de entre 0,5% y 3% para el impuesto inmobiliario, cuando el Consenso originalmente lo fijaba entre 0,5% y 2%”, advirtió el informe.
Además, el “consenso fiscal” invita a las provincias a crear el impuesto a la herencia. Actualmente, la única jurisdicción del país que cobra impuesto a la herencia es Buenos Aires, mientras que Entre Ríos lo derogó hace dos años y en Santa Fe hubo un intento por aplicarlo, pero no prosperó en la Legislatura local.
Si bien la mayor parte de los países del mundo sostienen la recaudación tributaria en base a impuestos cobrados sobre la renta y el consumo, el gobierno de Alberto Fernández está promoviendo posicionar al país como líder mundial en impuestos sobre el patrimonio, al tiempo que la supuesta oposición (Juntos por el Cambio) se muestra favorable a tal decisión.
No estoy de acuerdo con este absoluto. Sin dudas es así con el Estado argentino como administrador. Pero yo estoy a favor de un régimen progresivo de impuestos y tx a la herencia entra ahí. Pero que estén resueltas cosas que acá no: salud, educación, comunicaciones etc etc etc.
— Sabrina Ajmechet (@ajmechet) December 26, 2021