Se trata de un momento ideal para cambiar granos por camionetas por la excelente relación insumo/producto generada por el elevado valor internacional de los commodities agrícolas.
Pero en la Argentina, si bien se está registrado un ingreso récord histórico de agrodivisas, las autoridades del gobierno nacional siguen retaceando la provisión de dólares a muchos sectores productivos.
Desde mayo de 2020 a la fecha las autoridades del Banco Central (BCRA) vienen implementando una serie de barreras administrativas orientadas a restringir la posibilidad de concretar importaciones de bienes considerados “no esenciales”, entre los cuales, lamentablemente, se incluyen a productos esenciales para la dinámica de la economía argentina.
Como buena parte de los componentes de los vehículos fabricados en territorio argentino es importada, el sector automotriz es uno de los afectados por las restricciones cambiarias implementadas por el gobierno de Alberto Fernández. La medida, obviamente, también afecta a todos los automóviles importados.
En el primer mes de 2022 se patentaron 5350 unidades de las seis principales camionetas más empleadas en el agro argentino, una cifra muy inferior a las 8799 vendidas en enero de 2021. Tampoco se logró superar las ventas registradas en enero de 2020, cuando se patentaron 6057 camionetas, según datos informados por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
La caída de las ventas no es producto de un problema de demanda, sino de oferta, dado que las principales compañías automotrices que operan en la Argentina no cuentan con plena disponibilidad de piezas para poder abastecer las necesidades presentes en el mercado.
“Continuamos muy preocupados por la falta de una oferta completa, por los problemas globales de los microchips y logística, más las restricciones locales de divisas para las importaciones, fundamentalmente en los productos de alto volumen”, indicó Ricardo Salomé, presidente de Acara.
Las autoridades de Acara, junto con los restantes representantes del resto de la cadena de valor automotriz, vienen solicitando reiteradamente al gobierno nacional que libere divisas para que el sector pueda satisfacer la demanda de vehículos y sostener los elevados costos fijos que se hacen cada vez más “pesados” por efecto de la aceleración inflacionaria.