Los precios de la soja 2021/22 son es-pec-ta-cu-la-res en términos históricos. Pero la Argentina, a contramano del resto de las naciones sojeras, este año va a sembrar con la oleaginosa la superficie más baja de los últimos quince años.
¿Qué le pasa a la Argentina? No hay mucho misterio: el poroto tiene un derecho de exportación del 33,0% del valor FOB que viene asfixiando la competitividad del cultivo en los últimos años.
Si bien el diagnóstico es bien conocido, el equipo técnico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se tomó el trabajo de elaborar un informe en el cual se realiza una “autopsia” minuciosa del mismo.
Los precios de la Soja Rosario Mayo 2022 del Matba Rofex –correspondientes al cultivo de soja de primera argentina–, si bien en junio retrocedieron, a partir de julio retornaron su camino ascendente para ubicarse actualmente en un 34% por encima del año pasado y un 23% del promedio de las últimas ocho campañas
“No obstante, las cotizaciones de otros cultivos han subido al menos en la misma proporción, perdiendo la soja atractivo frente a estas opciones”, apunta el informe de la Bolsa de Cereales.
Algunos insumos, como gasoil y 2-4,D, evidencian aumentos inferiores al precio de la soja, pero otros insumos clave, como fertilizantes y glifosato, sufrieron aumentos superiores y erosionaron la relación insumo-producto, lo que genera que se necesite mayor cantidad de granos para comprar la misma cantidad de insumos.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta que los costos de los fletes, medidos en u$s/tonelada, si bien habían evidenciado un retroceso en la campaña 2020/21, presentan un incremento para la campaña 2021/22 por el aumento del precio del combustible (que es fijado por la empresa estatal YPF) y el atraso del tipo de cambio oficial.
Además, el precio de los arrendamientos agrícolas, uno de los principales costos de la actividad, también evidenció un incremento en qq/ha de soja en el presente ciclo 2021/22.
“Utilizando el promedio de precios precampaña y los rindes estimados para el nuevo ciclo, la campaña 2021/22 registraría márgenes brutos más elevados tanto para soja de primera como para el doble cultivo trigo/soja de segunda. No obstante, respecto al resto de los planteos se observa una pérdida en la competitividad relativa, especialmente frente al maíz”, detalla el informe.
Es importante recordar que el margen bruto es un indicador para evaluar la competitividad relativa entre cultivos, campañas y regiones previo a la decisión de siembra, pero que el mismo no refleja la tasa de ganancia del productor, dado que el cálculo no contemplan los gastos de estructura, amortizaciones ni costos financieros.
“Adicionalmente, para aproximarse a la ganancia del productor habría que considerar el pago de impuestos y la pesificación al tipo de cambio oficial, lo que resulta en márgenes considerablemente inferiores a los presentados. También habría que incorporar el riesgo climático, que podría afectar los rindes esperados”, advierte la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En definitiva, lo que podría ser una oportunidad única para sembrar soja hasta en las macetas –tal como va a suceder en el resto de los países productores de la oleaginosa–, Argentina desaprovechará el momento por una elevadísima carga tributaria vigente sobre el poroto. La siembra de soja de primera en el país comienza en el mes de octubre para finalizar en noviembre, mientras que la soja de segunda, implantada inmediatamente después de cosechados los cultivos invernales, se siembra entre noviembre y enero.