Una encuesta realizada por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) confirmó que la primera reacción de la gente cuando en marzo pasada se anunció la cuarentena fue correr hacia los comercios para aprovisionarse bien, como si llegara el fin del mundo. El “efecto pandemia” en el negocio de la carne fue más conocido como “efecto freezer”, porque la acumulación de estas compras provocaron cierta suba de los precios y hasta generó tensión con el gobierno. Pero con el correr de las semanas las cosas se fueron acomodando y ahora hasta vale la pena detenerse a ver qué sucedió: Medalla, aplauso y beso, porque solo 1 de cada 10 argentinos manifestó haber tenido problemas para conseguir carne.
Adrián Bifaretti, Jefe de Departamento de Promoción Interna del IPCVA, escribió un informe sobre la modificación de hábitos durante la pandemia y la cuarentena, según datos que surgen del “Monitor de consumo on line” que lleva a cabo el Instituto. Allí se confirmó que el efecto freezer existió y fue potente, pues el 44% de los consumidores consultados reconoció que ante la novedad del encierro se aprovisionó con elevada cantidad de productos ricos en carbohidratos (arroz, fideos, etcétera), y un 37% hizo lo propio con las verduras. En el caso de la carne vacuna, un 27% manifestó haberse abastecido en cantidad.
Destacó el analista del IPCVA que, a pesar de eso, solamente un argentino de cada diez manifestó algún problema puntual con el abastecimiento de carnes. Cuando se compara esta situación con otros alimentos, por ejemplo, verduras, harinas y aceites, la gente advirtió mayores problemas de abastecimiento.
Descargá el informe INFO IPCVA – CARNÍVOROS EN LA CUARENTENA (4)
Esta demanda adicional de carne, según cuenta Bifaaretti, no fue pareja. Mientras que en el segmento de nivel socioeconómico más acomodado (el famoso ABC1) solo un 13% compró carne en cantidad para encarar su período de cuarentena. En el otro extremos, en el nivel más bajo (D1D2), ese porcentaje trepó al 31%.
Otras conclusiones de la encuesta realizada por el IPCVA indica que durante este periodo de encierro y encarecimiento de los alimentos a la población (por la mayor demanda y los problemas de logísitca), las mujeres le otorgan más importancia relativa al precio de la carne vacuna, mientras que los hombres le siguen dando mayor relevancia a la calidad.
Y por edad, si bien el 40% de la población manifiesta que el precio es la variable más importante, los millenials (26 a 35 años), responde en un 33% a este factor y le otorga mayor influencia a la calidad.