Los veganos lo pidieron y finalmente lo obtuvieron. La primera fábrica de América Latina en producir sustitutos de quesos 100% a base de plantas es una realidad. Se trata de Villa Flandria Vegan Foods, que ya comenzó a operar en el parque industrial de Cortínez, en el partido bonaerense de Luján. Con una inversión de 30 millones de pesos, esta planta planea producir 40.000 unidades de producto por mes, que serán apto para celíacos.
“No hay otra igual en América Latina. La idea nació porque hay una en Suiza que empezó como pyme haciendo camembert a base de plantas, y hoy venden en Europa más de 50.000 unidades mensuales. Investigamos y ahí empezamos con los desarrollos”, dijo a Bichos de Campo Leandro Dietrich, director comercial de Villa Flandria Vegan Foods.
La cartera de productos contempla la producción de imitaciones vegetales de quesos untables, estacionados, camembert, brie y quesos en barra. El 80% de la materia primera empleada son castañas de cajú importadas, y el resto se trata de una combinación de distintos fermentos.
“Los untables se hacen en el día con el fermento. Los estacionados tardan 15 días, pasando por diferentes temperaturas y niveles de humedad, y el camembert tarda un mes. Después hay una línea que es más industrial, donde la materia prima también es importada y son premezclas de diferentes proteínas vegetales. Eso se hidrata, se pasteuriza y se fabrica otro tipo de queso untable”, indicó Dietrich.
La vida útil de estos productos se extiende entre los dos y tres meses, y teniendo en cuenta los insumos empleados se estima un valor un 20% más caro que los quesos fabricados con leche de origen animal. Hay que destacar que la empresa no tendrá una línea de productos con marca propia sino que producirá para otras dos que ya se encuentran instaladas en el mercado.
-Hay discusiones en torno a si estos productos debieran ser nombrados “quesos”, en tanto no llevan leche de origen animal. ¿Han tenido algún problema en relación con eso?- le preguntamos al director.
-Nosotros también consideramos que tendría que tener otro nombre. Legalmente todos los productos, según el Código Alimentario, se tienen que inscribir como vegetales procesados. No se deberían llamar quesos porque no son a base de leche, pero hay que buscarle la manera de llamarlo queso para que la gente lo identifique. Desde el marketing y la gente, la aceptación va como queso.
-¿Cuáles serán los puntos de venta?
-Una de las marcas que ya está saliendo al mercado es Watson, que pronto sacará también análogos de carne y pollo. Su fuerte son las dietéticas, los almacenes y pronto empezarán a comercializar los quesos en supermercados.
-¿Planean exportar su producción en algún momento?
-Nosotros participamos de una ronda de negocios para empresas que podían exportar en el Partido de Lujan. Fuimos anfitriones de eso junto con el partido y nos codeamos con varios embajadores. Ya estamos avanzados con la gente de Paraguay. Lo que queremos hacer allí es montar otra planta de quesos, para aprovechar los convenios comerciales que tiene ese país para exportar a Estados Unidos. Pueden exportar con impuesto cero y además es más sencillo conseguir préstamos para inversiones ahí.
Se estima que a nivel global para el 2023, el negocio de alimentos sustitutos de las proteínas animales (carne, leche y huevo) superará los 7.000 millones de dólares. Mientras tanto, aunque a una tasa menor, se espera que América Latina imite esta tendencia alcanzando un crecimiento asegurado de dos dígitos.
Villa Flandria Vegan Foods proyecta convertirse en un player relevante en un mercado local, con una tasa de crecimiento anual del 7% y un alcance de cara al 2030 del 30% de la población consumidora.
Está muy bien hacer cosas nuevas para el consumidor que lo requiere y esté dispuesto a pagarlo. Lo que está mal es decirle “queso” a algo que no es queso, suena a engaño al que lo compra.