Cambian los gobiernos. Cambian los discursos y los relatos. Pero algunas cosas no cambian nunca: el gobierno nacional se prepara para violar una vez más lo establecido por la “Ley de Bosques”.
La Ley 26.331 o “Ley de Bosques” –que comenzó a regir de manera efectiva en 2010– dispone la creación de un Fondo de Conservación de los Bosques Nativos, cuyo propósito es compensar a las provincias y a los propietarios de campos que, debido al ordenamiento territorial establecido en cada jurisdicción, no puedan poner en producción el territorio en cuestión.
Dicho fondo –según lo que determina la Ley de Bosques– debe ser integrado por partidas anuales que “no podrán ser inferiores al 0,3% del Presupuesto Nacional” y por “el 2,0% del total de las retenciones a las exportaciones de productos primarios y secundarios provenientes de la agricultura, ganadería y sector forestal correspondientes al año anterior del ejercicio en consideración”.
El 0,3% del proyecto de Presupuesto 2025 de la Administración Pública Nacional, elaborado por el equipo del Ministerio de Economía liderado por Luis Caputo, equivale a un monto de 352.664 millones de pesos, mientras que en concepto de retenciones (derechos de exportación) agroindustriales deberían sumarse al menos otros 80.000 millones.
Es decir: el año que viene el Fondo de Conservación de los Bosques Nativos debería ser por lo menos de 432.000 millones de pesos. Sin embargo, el proyecto de Presupuesto 2025 asigna una partida de apenas 9.090 millones de pesos (apenas un 2,1% del monto correspondiente).
La violación de la “Ley de Bosques” está lejos de tratarse de una novedad porque desde que comenzó a regir la misma ningún gobierno integró la totalidad del Fondo de Conservación correspondiente.
El incumplimiento sistemático en la conformación del Fondo de Conservación de los Bosques Nativos constituye una apropiación indebida, por parte del Estado nacional, de recursos pertenecientes a las provincias.
También representa un atropello de la propiedad privada, porque, así como la norma reconoce la necesidad de compensar el lucro cesante de la tierra destinada a conservación, luego el propio Estado incumple de manera impune esa obligación.
El drama de esa circunstancia no es solamente económico y social, sino también –insólitamente– ambiental, dado que, tal como se está evidenciando en la provincia de Córdoba, el desmanejo de tierras abandonadas genera situaciones propicias para generar grandes incendios que se tornan tan incontrolables como destructivos.
Arrepentida Votamos a un nazi tarado. Dios nos ayude socorro Argentina!!!
Tu amiga la conde-nada esta vez no podra ayudarte… tus ku_rros se terminaron.
A llorar a la cruz…
No debemos permitir este atropello. Tenemos un pais maravilloso pero no sabemos cuidarlo.
Bien… Hay que gastar menos
Me están cargando? Justamente son los dueños de los campos que tienen bosque nativo los que prenden todo para después hacer cualquier cosa con esas tierras que por cierto en general nadie compró si no que están en la misma familia desde que la Argentina las regalaba. Sin bosque no hay vida literalmente. Ya leí varias notas suyas en las que sólo se ve el ánimo de lucro sin ningún escrúpulo. Debería darles vergüenza porque eso es lo que termina haciendo que la gente odie a “los del campo”.
Los fondos que algunas veces llegaban por la ley de bosques jamás se utilizaron para lo que estaba previsto, las provincias lo gastaron repartiéndolo en los bolsillos de los políticos afines al poder central léase kishnerismo PERONISMO
No tengo pruebas pero tampoco dudas. /S
En un planeta desbastado la sociedad tiene que tomar consciencia que hay que protegerlo y dejar de destruir por intereses mezquinos. Que no hace falta que me pague el estado para que cuide mi casa que además es la única que tenemos. LA IDIOTEZ HUMANA Y LA FAMOSA VIVESA CRIOLLA NO TIENEN LÍMITES