Para los productores de huevos el 2021 no fue un buen año y el panorama para el 2022 tampoco pinta lindo. En el sector incluso están pensando en que se va a seguir achicar la producción. “Fue un año complicado, hay que ir mucho para atrás para encontrar un año tan malo”, resumió Javier Prida, el presidente de CAPIA, la cámara que agrupa a este tipo de empresas productoras.
Malo o bueno implica perder o ganar dinero, y esto significa que las empresas avícolas puedan sostenerse. Pero en los últimos años, y Prida lo viene advirtiendo en Bichos de Campo, se produjo el cierre de varias granjas -sobre todo pertenecientes a familias de productores- que no soportaron la situación. Por un lado, los ingresos estuvieron congelados por decisión del gobierno. Por el otro, muchos costos subieron de valor en un contexto inflacionario.
“Tenemos empresas de más de 50 años que dejaron la actividad. El Duraznal tuvo que cerrar, Granja El Pino tuvo que cerrar, la familia Galviolo tuvo que cerrar, un gran productor como la familia Chiaramelo produce el 20% que hace 5 años. Es doloroso ver amigos de muchos años que dejan el negocio porque no se puede seguir”, enumeró Prida.
En paralelo contó que aparecieron inversiones en empresas de mayor tamaño “lo que fue concentrando la actividad y se compensó así la caída productiva” por la salida de empresas del sistema.
Prida explicó los motivos de la crisis:
“Este año vendimos los productos casi 10% más barato que el año pasado con un costo productivo 75% más caro que el año pasado, y eso hizo que muchos colegas se hayan quedado. Si comparamos a cuánto vendíamos en pandemia la baja no es de 10% sino de 30%. En pandemia nos llegaron a pagar el maple 193 pesos y hoy nos pagan 165 pesos”, describió.
“En la pandemia teníamos el maíz de 10 mil pesos y ahora el maíz vale 21 mil pesos. Teníamos una soja de 25 mil y ahora la soja vale 34/35 mil pesos” añadió.
Prida agregó: “Entiendo que haya que respetar los mercados internacionales, perfecto. Pero nosotros hasta junio estuvimos encorsetados en un plan de precios máximos y nos obligaban a vender por debajo del costo productivo mientras los supermercados hacían grandes diferencias”.
En este contexto, Prida consideró que al sector no le queda otra que ”achicar la oferta en 2022, porque si tenemos que subir 50% el maple más el 50% de este año deberíamos vender al doble de los que cobramos hoy una docena de huevos, a no ser que achiquemos la oferta”.
¿Y cómo se achica la oferta? “Se hace produciendo menos o exportando más. Yo prefiero exportar más, lo que significa tener niveles productivos altos, no generar capacidad ociosa y agregar valor”.
El referente avícola cree que esa -achicar la oferta interna o exportar más- sería la única salida posible para la actividad, teniendo en cuenta la recesión interna y la caída del consumo doméstico que cada día pierde poder de compra ante una inflación que no le da tregua.
Para mostrar lo barato que se están vendiendo los huevos en el mercado local, el directivo de Capia comparó la situación con los países vecinos.
“Una docena de huevos vale en Uruguay 3,50 dólares, en Brasil 2,80, en Paraguay 2,50, en Bolivia 2,50 y en Chile 3,80 dólares. Aquí debería valer 300 pesos pero se vende a menos de la mitad y con un dólar oficial ficticio que no nos permite tener competitividad”, aseguró.