Regresaron las retenciones al sector agropecuario y eso podría alterar el panorama productivo. El descuento en el precio de los cereales, con un tipo de cambio de 40 pesos, ronda el 10% y eso obliga a los productores que todavía no decidieron las siembras a volver a sacar números. Inevitablemente los márgenes esperados para el maíz se comparan con los que arroja la soja.
Los técnicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires explicaron en su informe agrícola semanal que “a pesar de los avances relevados, comienza a ponerse en duda la estimación inicial de 5,8 millones de hectáreas de maíz para la campaña 2018/19, producto de los cambios relevados en los derechos de exportación”.
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De esto hablamos en Bichos de Campo con Alberto Morelli, presidente de Maizar, entidad que integra la cadena maícera. “Estamos viendo cómo puede afectar la medida de las retenciones con respecto al área que se venía previendo. Es posible que haya un traspasado de aquellos que querían hacer maíz detrás de trigo, y que pasen a hacer una soja por un tema de costos”.
Escuchá el reportaje completo con Alberto Morelli:
El presidente de Maizar dijo que “todos tenemos en claro que sembrar una hectárea de maíz es más caro que una de soja”, y añadió que esto impactará sobre todo en “el productor que está descapitalizado, que viene de un año complicado desde el punto de vista económico”.
Según el directivo, hacer una hectárea de maíz “poniendo los valores del alquiler, administración, siembra con maíces de elite, estará en los 1.000 dólares (por hectárea), mientras que una de soja ronda los 700 dólares”.
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Sobre el nuevo esquema de derechos de exportación, Morelli destacó que “siempre nos opusimos al tema, pero sí habría que marcar diferencia con el planteo del anterior gobierno porque (las retenciones) no solo eran del doble de lo que están hoy sino que encima había restriciciones al comercio exterior, los famosos ROE, que hacían que quienes demandan casi el 60% de la producción de maíz, que es la exportación, no pudiese actuar y sólo te quedabas con el consumo interno. Entonces, al no haber competencia, el valor tendía a bajar”.
Con el nuevo esquema habría una mayor competencia entre ambos compradores del cereal, a pesar de lo cual “sí va a haber una detracción del precio al productor, eso está claro”, dijo Morelli.