Aprovechando el revoleo de ministros, incluso en la cartera de Agricultura y Ganadería, Daniel Urcía, el titular de FIFRA, una de las cámaras de la industria frigorífica, consideró que el gobierno ya no tiene fundamento para mantener el cepo a las exportaciones de carne vacuna, al tiempo que lo intimó a retomar una agenda que incluye muchos otros temas que preocupan al sector, incluyendo la evasión.
“Mientras el Gobierno centra su preocupación en el precio de la carne, a las industrias frigoríficos les preocupan una lista larga de tema que se requieren resolver para hacer más eficiente y competitivo al sector y que ayudarán a combatir la evasión. Son cuestiones que desde hace tiempo forman parte de una agenda desatendida por las autoridades”, indicó Urcía en un informe de su entidad.
Por cierto, la gestión de Luis Basterra en Agricultura y Matías Kulfas en Producción concentró sus esfuerzos en el control de los precios internos de la carne reduciendo a la mitad las exportaciones, pero en estos dos primeros años de gobierno de Alberto Fernández abandonó muchos otros frentes abiertos que el sector, a través de la Mesa de las Carnes, venía trabajando con el Estado Nacional, especialmente en tiempos de Cambiemos.
El titulare de FIFRA, que agrupa a empresas de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos especialmente dijo que ya no quedan fundamentos sólidos como para justificar la política de cierre de las exportaciones. “Los argumentos que motivaron tal decisión se desvanecen por su propia realidad”, indicó.
“Los datos de faena nos demuestran que el mercado local está muy bien abastecido en cantidad y los precios están estables. Después de la segunda quincena de junio (cuando se dio el último aumento importante) no hubo incrementos aunque el país continúa con un ritmo de inflación del orden del 3% mensual por lo que, seguramente, en algún momento se hará necesaria una recomposición de los precios”, explicó el directivo industrial.
Para Urcía, hay que sacar solamente la lupa del tema de los precios de la carne y retomar una agenda “que también afecta o impacta en los costos y por ende en los precios”. Los temas pendientes, según esta Federación, son los siguientes:
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Que la alícuota del IVA sea pareja de 10,5% para toda la cadena. “Esta cuestión se discutió en el ámbito del Consejo Agroindustrial Argentino y con funcionarios del Poder Ejecutivo con quienes se acordó dar solución al servicio de faena y a los insumos de los engordes a corral unificando la alícuota en el 10,5%”.
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Dar marcha atrás, como ya habían pedido los mataderos, en el troceo o cuarteo obligatorio de las medias reses, que debería empezar a regir en enero próximo. “La salud de los trabajadores bien puede ser cuidada por el uso de medios mecánicos, como se hace habitualmente en muchos lugares”, opinó Fifra, que recordó que “hay más de 200 mataderos en el país que no cuentan con instalaciones adecuadas para hacer el troceo y de los restantes muchos no poseen capacidad de frio suficiente para almacenar su producción”.
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Implementar un régimen impositivo más sencillo para las carnicerías, de modo que se sumen a una formalización masiva de su actividad y acepten facturar por la carne. La mayoría de los carniceros son monotributistas, pero facturan más de lo que deben y deberían figurar como Responsables Inscriptos. Por eso eligen la informalidad. FIFRA considera que mientras no se resuelva estos seguirá habiendo un alto índice de evasión en el sector.
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Urcía también pidió un acuerdo de Nación con las provincias para un régimen de alícuotas de Ingresos Brutos para carnes unificado. Sugirió una alícuota única del 1% en el comercio minorista y de 0,5% para industrias y matarifes abastecedores.
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Dijo que también se requiere de un acuerdo con las provincias para establecer un régimen de habilitación sanitaria unificada en el tipo A de la ley Federal Sanitaria de Carnes (Decreto Reglamentario 4238/68), eliminando luego de un plazo de 2 años los tipos B y C y dejando únicamente excepciones para zonas sin acceso de caminos transitables, únicamente zonas remotas e inhóspitas, por razones de salud humana y bienestar animal las instalaciones precarias deben ser cerradas definitivamente.
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Se necesita realizar una reforma de la Ley de Marcas y señales incorporando los dispositivos electrónicos como alternativa.
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Recordó que el acceso de los feedlots a los créditos a tasa subsidiada en el Banco Nación para la compra de maíz para hacienda en engordes a corral “se ve severamente limitado por una normativa del Banco Central respecto de la tenencia de soja y trigo”. Esa norma, que obliga a no tener stocks en poder del rpoductor, “también deja fuera a los Matarifes y Frigoríficos que requieren inscripción como comprador de grano para consumo propio en RUCA”.
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Fifra insistió con un viejo reclamo: La eliminación de retenciones a la exportación de cuero crudo salado. “El año pasado temporalmente se logró que se quitaran las retenciones a la exportación de cueros crudos salados lo que generó que muchos frigoríficos hicieran contactos y exportaciones concretas. Lamentablemente la dispensa se discontinuó volviendo al régimen anterior que hace que sea económicamente inviable la actividad por la distorsión que generan la retención y la referencia a precios del extranjero”, explicó la entidad.
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Obviamente, Urcía solicitó que se levante las restricciones a las exportaciones. O que al menos se corrijan las inequidades entre frigoríficos que generó esa medida.
“En definitiva, urge la necesidad de retomar la agenda de temas pendientes y dar respuestas concretas a las demandas del sector. La resolución de estos hará más competitiva y eficiente a una actividad vital para la economía argentina y mejorará la composición de precios que tanto preocupa a las autoridades”.