Con el inicio de este jueves, según el Decreto 9/2024, que prorroga la suspensión de retenciones a los productos lácteos que había dispuesto anteriormente el Decreto 506/2023. De este modo, se confirmó el adelanto de Bichos de Campo en cuanto a la carga impositiva para exportaciones que pesa sobre el sector lechero.
El texto, teniendo en cuenta que no cambiaron las circunstancias que dieron origen en septiembre a la reducción de 0% de los derechos de exportación, una rebaja que se efectivizó en octubre y que rigió por 88 días totales, hasta el pasado 31 de diciembre, siendo 4 de enero definió “prorrogar hasta el 30 de junio de 2024, inclusive, la suspensión de los derechos de exportación para las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) correspondientes a ciertos productos lácteos y sus derivados, que fuera dispuesta por el decreto 506/23”.
A esto se añade una característica particular e inédita desde su instauración para el sector. “”En lo que respecta a los reintegros a la exportación, estos generan no solo una erogación para el Estado Nacional, sino que perjudican el desarrollo de un mercado lácteo transparente y equitativo que requiere de reglas claras, justas e iguales para los diversos actores del mismo”, define la norma.
Tomando el ajuste del Decreto 557/23, se considera que “el sostenimiento de dichos reintegros arremete contra los principios de libre competencia fundamentales en nuestra economía actual, por lo que con el propósito y el objetivo de optimizar y tornar más efectivo el gasto público, es preciso de forma urgente fijar hasta el 30 de junio de 2024, inclusive, en un 0% el nivel del Reintegro a la Exportación aplicable a los productos elaborados con leche, leche bovina, bebidas a base de leche, caseína y sus derivados, en pos de facilitar la libre competencia del mercado lácteo y sus derivados, así como cumplimentar con la racionalización del gasto público”.
En definitiva lo que se busca es equiparar condiciones, sobre todo para los productos considerados como “confidenciales”, que son los que mayor porcentaje de la devolución impositiva acaparan. Tal como detalláramos días atrás, las exportaciones de 2022 totalizaron 411.427 toneladas de productos, representaron 1.675 millones de dólares, correspondiendo 86 millones de dólares en ingresos por retenciones, siendo los reintegros de casi 30 millones de dólares, pero no repartidos equitativamente entre todos los exportadores, sino en la escala dispuesta por producto con porcentajes de devolución que oscilan entre 0,75 y 5%.
Con la firma de Javier Milei, Nicolás Posse, como jefe de Gabinete; y de Luis Caputo como ministro de Economía, se definió prorrogar entonces por casi seis meses, hasta el 30 de junio de 2024 el porcentual en cero de las retenciones y de los reintegros para los lácteos, buscando equiparar condiciones y que se reactive la búsqueda de negocios de exportación.
Sobre este fórmula consultamos a Ercole Felippa, presidente del Centro de la Industria Lechera. “Desde el sector industrial celebramos la baja en las retenciones. Sin embargo, en cuanto a la eliminación de los reintegros a las exportaciones no se debe olvidar el espíritu de la norma original que es la devolución del componente impostiivo que tiene cada producto, por lo tanto habrá que revisar porcentajes y condiciones para que no terminemos exportando impuestos”.
Son las empresas más grandes por él representadas las más afectadas por la modificación de los reintegros, pero que al mismo tiempo celebran la continuidad de la desaparición de los derechos de exportación. Finalmente para el sector la ecuación parece positiva, especialmente porque así quedan al margen de un posible suba generalizada de retenciones al 15%.
“El planteo sobre una medida que está contemplada por la Organización Mundial del Comercio se orienta a que se debería debatir entonces la carga de impuestos que tiene la actividad industrial lechera, para reducir el impacto en los valores de los productos y que esto no pese al momento de generar ventas al exterior e ingreso de divisas al país. Los industriales lecheros entendemos el contexto del país, pero también creemos que con el debido tiempo debemos revisar todo el panorama. Hay que darle tiempo al Gobierno Nacional, pero debemos analizar los porcentajes”, agregó el titular del CIL, lamentando la quita simultánea de reintegros.
Por su parte, Danny Lorenzatti, titular de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche, aportó otra mirada sobre el tema. “Entre nuestras diez cooperativas representadas la recepción de esta decisión fue buena, porque va a tener una repercusión positiva en las exportaciones, porque será el mercado el que vaya acomodando las condiciones y dependerá de cada uno salir a captar el mejor precio”.
Informados previamente por funcionarios del Gobierno sobre el inminente cambio, agregó que “desde septiembre cuando se anunciaron las primeras bajas a las retenciones empezó a haber cambios que ahora tienen continuidad. Las cooperativas tenemos una suerte de tercera posición, porque somos productores, socios de industrias y en la mayoría de los casos llegamos hasta la distribución de los productos, por eso creemos que es importante llevar las retenciones a cero y que seguramente habrá casos en los que se deba revisar la aplicación de impuestos”.
Concluyó Lorenzatti: “No tenemos dudas que se está mirando al sector lechero de manera especial, porque venimos de muchos años de crisis y estamos muy lejos de la clásica relación de un kilo de soja o dos de maíz, respecto a un litro de leche”.
La lechería está en la búsqueda constante de precio, de recuperación en todos sus eslabones y este cambio le aportará hasta que las políticas planteadas en el DNU puedan quedar firmes, una certeza de ecuanimidad para todos los protagonistas.