Los precios de los granos aumentaron en los últimos meses en el mercado mundial y local de forma significativa, lo que podría compensar la caída en el ingreso al productor por la menor producción esperada por la sequía y también reforzará el ingreso de divisas al país. Cabe señalar que, según datos del Indec, el sector agroexportador este año generó cerca del 70% de los dólares comerciales.
La suba que se viene manifestando parece que se mantendrá en el corto y mediano plazo. Es lo que prevé al menos el analista Agustín Baqué, quien revisó con Bichos de Campo el escenario para cada uno de esos commoditties. Según el consultor se está dando la combinación de una menor producción en diferentes regiones y una demanda más activa especialmente de parte de países asiáticos como China.
Escuchá la entrevista con Agustín Baqué:
Además de las cuestiones netamente productivas, hay otras que tienen que ver con la política mundial y el Covid: “Se vienen 2 o 3 años de precios altos”, indicó Baqué, quien agregó: “La Reserva Federal de Estados Unidos en 2020 va a emitir el 21% de los dólares circulantes de la economía global y a mayor oferta de dólares, esta moneda se devalúa y eso va correlacionado con precios más altos de los commodities, porque se fortalecen las demás monedas. Y el dólar no se va a revaluar en el mediano plazo. Por eso vemos 2 o 3 años con precios uno o dos escalones por encima de los que hubo en los últimos años”.
Baqué analizó el escenario para cada uno de los 4 principales granos.
Arrancó por el girasol, cuya oferta cosecha en Argentina se calcula en 3 a 3,1 millones de toneladas cuando al inicio de la campaña se suponía que iba a ser de 3,8 millones. “Esto, con la caída de producción de los países del Mar Negro, que se sumó a la menor producción de palma en Indonesia y Malasia, generó un combo. Se sumó a la aparición de la vacuna de Covid y a la suba del petróleo y a la mejor condición de vida en asiáticos, que antes se volcaban por aceites más baratos”.
Por la pandemia, además, se incrementó el consumo doméstico de aceite de girasol. Ese escenario de oferta y demanda repercutió en los precios y según el analista todo está dado para que se sostenga la tendencia alcista.
“Estamos viendo precios históricamente altos. Ayer se pagó 430/450 dólares al productor por girasol puesto en puerto, que dejan buen margen bruto. La perspectiva es muy buena al menos hasta que llegue la cosecha del hemisferio norte, que recién será hacia septiembre del año que viene”.
En cuanto a la demanda interna, dijo que si bien el mercado está concentrado en pocas fábricas al caer la producción local hay más competencia. Además al haber menos oferta mundial y por las restricciones que impuso Rusia a sus exportaciones, aparecieron compradores para exportar semilla de girasol.
“Las fábricas que hacen aceite y pellet obtienen un precio de 1150/1170 dólares por tonelada. En el caso de la semilla, el valor FOB es de 550/560 dólares la tonelada. Si se restan gastos de exportación y retenciones la capacidad de pago es de 450/460 dólares como máximo”, precisó.
Baqué consideró que se “armó un lindo combo en el que el mas favorecido es el productor”. También evaluó que la mayor competencia entre las fábricas y los exportadores de semillas “transparenta los precios”, un viejo reclamo de los productores en el comercio de este grano.
Con respecto al trigo, dijo que el ritmo de comercialización es similar al de año pasado en términos porcentuales, aunque con la salvedad de que este año se producirá cerca de 15% menos por la seca. La mayor oferta estará en el sur bonaerense, donde “se lo usa como resguardo de valor y eso genera que a los exportadores les sea más difícil sacarles las mercadería (a los productores). Ese es un factor alcista”.
“Por otro lado tenés a Brasil con poca cobertura, este año (por 2021) va a necesitar cerca de 7 millones de toneladas de las cuales 4,5/5 millones las proveerá Argentina”.
Con respecto al comercio de este cereal, siempre mirado de reojo por la política, Baqué consideró que el productor debe estar atento a las declaraciones de venta al extranjero de los exportadores, porque es probable que, al igual que este año, cuando se llegue a determinado volumen se corten las exportaciones para evitar el desabastecimiento interno.
“Cuando haya tantas declaraciones de venta al exterior podemos encontrar techos en los precios pero todo el contexto está planteado para un trigo firme hasta el ingreso de cosecha de hemisferio norte”.
A Baqué le preguntamos qué le conviene hacer al productor con el cereal, dijo que: “hay una alternativa que es vender y comprar dólar MEP” (consiste en la compra de bonos en pesos y su posterior venta en dólares), pero también consideró que es probable que el productor trate de guardarlo a la espera de una devaluación o como resguardo de valor. Otra posibilidad es hacer canjes por insumos para la siguiente campaña, explicó.
Con relación a las perspectivas para maíz y soja, el consultor dijo: “Hay una demanda que tracciona fuerte y el nombre es China, que estuvo complicada por la Peste Porcina Africana en su rodeo de cerdos, cuya producción se está reactivando y por eso comienza a comprar commoditties como nunca. En octubre compró granos en el nivel mensual mas alto de los últimos cinco años”, reveló.
Por otro lado indicó que en el caso de la soja Estados Unidos “no tiene cosecha tan grande como se decía, Brasil siembra tarde la soja y no llegará en febrero a tomar la posta como abastecedor y teniendo en cuenta la ajustada relación stocks-consumos mundial, no hay margen para el error en Sudamérica”.
Baqué dijo que espera que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) reconozca en sus próximos informes el impacto de la seca en los países sudamericanos. “La bomba explota en enero o febrero, cuando se reconozca que Argentina no va producir las 50 millones de toneladas de soja y lo mismo en maíz. Lo mismo pasa en Brasil donde los privados que la producción de soja no será de 133 millones de toneladas. El combo es medio explosivo por una demanda activa y una oferta que se fue ajustando”, avisó el analista.