“Anímense a mirar afuera de la Argentina desde la Argentina. Hay muchas cosas en las que se pueden participar”. Así lo indicó anoche el argentino Facundo Porrolli, gerente comercial de la compañía chilena Agrosúper, durante el Primer Congreso Binacional organizado por las regiones Centro y Córdoba Norte de CREA.
“Muchos están pensando en irse de la Argentina y entiendo políticamente que a veces se nos cierran las fronteras y nos vemos abrumados y creemos que lo mejor es irse. Pero uno puede hacer cosas en el ámbito internacional estando en la Argentina”, aseguró.
Agrosúper faena unos 14.000 cerdos por día en dos unidades industriales propias y elabora productos destinados tanto al mercado interno como al internacional. La facturación anual del negocio porcino ronda los 1.000 millones de dólares.
“Nuestro propósito es vender productos con valor agregado hasta el máximo nivel posible”, explicó Porrolli. Como Chile no se autoabastece de maíz, que es un insumo clave para la producción porcina, requiere cereal importado, la mayor parte del cual proviene de la Argentina. En 2020 importó casi 2,8 millones de toneladas de ese grano, el 81% desde el otro lado de la cordillera.
La ironía es que hasta el año 2001 Chile era un exportador marginal de carne porcina -como lo es actualmente la Argentina-, con operaciones por unas pocas miles de toneladas anuales. Pero a partir de 2002 comenzó una escalada exportadora que transformó al país en uno de los principales exportadores globales del producto.
El principal cliente externo del negocio cárnico porcino actualmente es China, pero Agrosúper también despacha volúmenes importantes a otros mercados asiáticos.
“La magia de poder atender distintos mercados es que podemos ir balanceando la oferta en función de las oportunidades que se presenten; China, diez años atrás, no era una oportunidad, mientras que hoy estamos enviando a ese destino más de 15.000 toneladas anuales, lo que nos ha permitido obtener un rendimiento en las ventas del cerdo del 85%”, dijo Porrolli.
El directivo de Agrosúper remarcó que una de las metas de las compañía agroindustrial es vender al menos un 25% de la producción de cada segmento con marca propia.
“Una empresa que se queda en la primera etapa de la producción vale entre cero y cinco puntos de Ebidta, mientras que en la segunda etapa de transformación puede estar entre 5 y 8 puntos. Pero una empresa centrada en atender al consumidor final puede valer entre 10 y 15 puntos de Ebidta”, señaló.
Los múltiplos de Ebitda, indicador que suele emplearse para valorizar compañías, se obtienen del Ebitda que, por sus siglas en inglés, representa el beneficio obtenido por la empresa en un determinado período antes de impuestos, intereses, depreciación y amortizaciones.
El ejecutivo de Agrosúper indicó que entre las tendencias que la empresa proyecta para el futuro inmediato es un crecimiento de la comercialización en plataformas digitales y una reducción del ticket de compra a partir de un inminente proceso de pauperización social.
“El ticket de compra va a bajar; estamos avizorando inversiones industriales para poder tener productos de menor peso; si teníamos un matambrito de cerdo de 900 gramos en la góndola, que es muy apreciado en Chile, lo más probable es que pase a ser de 500 gramos”, advirtió.
Agrosúper SA es un holding de empresas alimentarias chilenas dedicadas particularmente a la producción, distribución y comercialización de alimentos frescos y congelados de cerdo, aves (pollos y pavos), salmones y alimentos procesados.