La cadena de la carne vacuna argentina debatió acerca de cuáles son los aspectos a los que hay que prestar atención en el escenario post pandemia del Covid-19. Lo hizo en el primer seminario internacional que organizó el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) con especialistas de varios países.
Según la mirada de Juan José Grigera Naón, consejero del IPCVA, aspectos como la inocuidad, el impacto ambiental y el bienestar animal, entre otros, “fácilmente se pueden transformar en barreras paraarancelarias al comercio internacional y al acceso a mercados, si ya no los son en algunos casos”, e indicó que “son motivo de preocupación y acción permanente por parte del Instituto”.
La apertura del encuentro, estuvo a cargo de Ulises Forte, presidente del Instituto, y de Luis Basterra, ministro de Agricultura de la Nación, quienes se refirieron a la producción de carne en el país.
“Todos sabemos que la cadena de ganados en carne argentina estuvo a la altura de las circunstancias durante la cuarentena, pero creo que tenemos que empezar a discutir cómo será el consumo y el comercio de las carnes en el nuevo mundo”, dijo Ulises Forte, y agregó: “Tenemos que enfrentar los nuevos desafíos y estamos preparados porque sabemos que la carne argentina es muy buena, de una altísima calidad”.
Basterra aseguró que “el abastecimiento de nuestro mercado interno para garantizar el acceso a un alimento sano, inocuo y de calidad y sostener la cadena de comercialización externa para la generación de divisas fueron los objetivos que nos planteamos como sistema”, agregó.
De acuerdo a Basterra, la carne vacuna logró mantener su nivel de producción e incluso incrementarse en plena pandemia; y sobre el mercado chino, destacó que “ante la aparición de nuevos casos de covid 19 en Beijing en junio de este año, comenzó a instrumentarse una serie de medidas de control adicional y testeo sobre las importaciones de alimentos con cadena de frío”, aunque aclaró que la situación “no ha logrado mermar la demanda de importaciones de carne por parte de China”.
La visión de la industria frigorífica argentina estuvo a cargo de Germán Manzano, socio gerente en Cofrigo SRL, quien, coincidiendo con Grigera Naón, aseguró que “la promoción de una dieta equilibrada y la sostenibilidad agroambiental son aspectos a tener en cuenta en el desarrollo de nuestro plan estratégico”.
Más allá de los planes en marcha, Manzano reconoció que sufrirán el impacto de la promoción de los vegetales, el reemplazo de las carnes, y la difusión de la carne artificial que se producirá en laboratorio. “Hay una campaña despiadada con datos parciales y sesgados contra la ganadería vacuna”, apuntó.
En cuanto a las proyecciones para la post pandemia, Manzano señaló que “la Argentina pasaría de 45 a 49 millones de habitantes para 2030, lo que impactará en el consumo interno ya que eso agregaría unas 200.000 toneladas al nivel de consumo per cápita actual”.
Para la década venidera, Manzano expresó que “es una estimación razonablemente sustentable que se de un aumento paulatino de 1 millón de toneladas de carne con hueso, agregados a la faena histórica promedio de 3 millones de toneladas, así como la faena de novillitos y vaquillonas más pesados permitirá integrar el consumo con la exportación”.
Según el especialista, la recría sobre campos naturales mejorados y la suplementación estratégica permitirán optimizar los resultados, asegurando el sabor y el rendimiento, sin perder terneza, aunque advirtió que los coletazos de la pandemia y las dificultades para el ingreso de animales vivos a las ciudades, quizás obliguen al traslado de una parte del rodeo hacia nuevas zonas de producción y obliguen a relocalizar algunas plantas de producción.
Para Manzano, “lograr la apertura de mercados de alto poder adquisitivo es posible a partir de la calidad y sanidad del rodeo argentino. Habrá que superar barreras arancelarias y sanitarias, lo que requiere de largas negociaciones, pero esto es posible. Japón ya importa carnes producidas en nuestra Patagonia”.
El socio gerente de Cofrigo también pidió no sacar de vista los mercados de cercanía como Chile, Perú y Colombia, en los cuales la carne argentina perdió presencia. “Tenemos que reconquistarlos”, afirmó, y del mismo modo pidió fortalecer la presencia en Alemania, Holanda, y si la cuota adicional del Tratado de Unión Europea–Mercosur se consolidase, aseguró que “tendremos allí un motivo suficiente para hacer el esfuerzo, y al mismo tiempo quizás podamos recuperar un espacio perdido en Inglaterra”.