En las últimas horas los funcionarios del Ministerio de Agricultura presentaron a los técnicos de la Mesa de Enlace un borrador de la propuesta exportadora para la carne vacuna en 2022. El tiempo urge. El sistema de cupos y prohibiciones vigente desde mitad de año tiene fecha de vencimiento este 31 de diciembre.
La minuta del encuentro que trascendió y que aquí publica Bichos de Campo, no sólo explica cómo sería la apertura gradual (con la vaca conserva totalmente liberada, pero con la continuidad de siete cortes prohibidos). También sugiere el documento que con los técnicos de las entidades de productores “se construyó consenso para cada uno de los artículos” de la resolución que regularía la cuestión.
Entonces, la pregunta que cabe hacer es si realmente avalaron los técnicos del ruralismo la propuesta oficial y si tenían el ok de sus jefes, los presidentes de las cuatro entidades. Dirigentes del sector dijeron que la firma de la minuta no significa avalar la propuesta sino simplemente haber dado el presente. Contaron que a lo largo de una extensa reunión ellos hicieron propuestas para mejorar el sistema, que quedaron a consideración del ministro Julián Domínguez y de su equipo.
Como adelantó este medio y de acuerdo a lo que dice la minuta del encuentro, un decreto que quedó a la firma del presidente Alberto Fernández “establecerá una administración de la exportación para determinados cortes de consumo masivo en la Argentina”. Se trata del asado, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta y vació. La cuadrada se excluyó de la lista previa, porque no tenía tanta demanda en el mercado interno pero era crucial para ciertos destinos de exportación como Israel.
En tanto quedaría liberada la exportación de la carne de vaca de conserva y manufactura. Pero también se dice que “el objetivo es el agregado de valor de la cadena, por lo que se estima suspender hasta diciembre de 2023 la exportación definitiva y/o suspensiva” de reses, medias reses, cuartos delantero y traseros con hueso”.
Este tipo de productos fue vendido a mercados como China por diferentes frigoríficos gracias a la buena demanda de ese país, que luego despostaba las piezas grandes en destino. En principio, se podría decir que limitar la exportación de ese tipo de piezas persigue un objetivo noble.
Pero hay sectores de la industria cuestionaron esa posible medida. Daniel Urcía, de la Federación de Frigoríficos Regionales (Fifra), explicó: “En primer lugar hay que decir que estamos en contra de cualquier restricción. Luego hay que tener en cuenta que se trata de una forma de exportación de empresas que comienzan con la actividad exportadora, pues la inversión necesaria para congelar trozos con huesos es significativa. Cuando se justifica en función del mayor valor agregado se intenta dar fundamento a la restricción”.
El referente industrial agregó que “es necesario volver a la normalidad y que cada uno exporte como le sea conveniente”.
“Si mañana quisiéramos vender sin hueso en el mercado interno sería imposible, ya es complicado el troceo porque faltan instalaciones. En las exportaciones pasa lo mismo, pues hay empresas que comienzan con la venta de trozos y luego van generando la condiciones para hacer los cortes”. Entonces, la instrumentación de esa medida castigaría a empresas de menor tamaño o desarrollo del negocio exportador en favor de otras”, remarcó.
El consultor y ganadero Andrés Costamagna también se refirió a este tema: “No tenemos certezas, se presentaron propuestas y borradores y se usó a la Mesa de Enlace para validar algo en función de cálculos matemáticos. Según esos números el año que viene se podrían exportar 80 mil toneladas más pero son todas expresiones de deseos”, anticipó.
Con respecto al supuesto cupo que tendría cada empresa para exportar el año que viene, el analista consideró: “Entendemos que es un pedido de los frigoríficos que tienen los antecedentes para exportar, lo que dejaría afuera a las plantas nuevas y grupos de productores que este año (desde que arrancó el cepo) no pudieron exportar o vendieron muy poco. Pero no sabemos nada hasta que esté la normativa”.
Veremos. Hay que seguir esperando la letra chica.