Hace un tiempo entrevistamos a Carlos Baravalle, creador de un sistema para aumentar la eficiencia en la ganadería de cría, que consiste en una autoevaluación que se realiza dos veces por año y que permite visualizar al productor cuáles son las actividades a realizar para ser eficientes. A este sistema se lo denomina “tablero de control” y sirve esencialmente para ordenar el rodeo.
Un año y medio más tarde volvimos a entrevistar a Baravalle para que nos contara los resultados obtenidos en este tiempo y lo primero que nos dice es: “Llegué a mi techo reproductivo del rodeo bovino con un 94.6% del índice de preñez, así que lo que me queda para el próximo año es subir a la terraza”, comenta risueño. Como si hubiera ganado el Mundial de fútbol, prosigue con los agradecimientos: “Y todo ha sido posible gracias al apoyo de Héctor Pérez del INTA Manfredi y al equipo que armamos con Manuel Rodríguez, Luis Maine, Rodrigo Mogues, mi padre Elvio Baravalle, mi madre Elsa Bonetto, mi esposa Judith Coatto y nuestro hijo Mauricio, que se suma cuando su estudio se lo permite”.
“El viernes pasado realizamos tacto al rodeo de 120 vacas y 46 vaquillonas (estas últimas de primer servicio) y de un total de 166 vientres en servicio quedaron 157 preñadas y 9 vacías”, anunció.
“Con dicho índice de preñez es posible obtener un índice de destete (2023) aproximado al 90%, casi unos 30 ternemos más (por cada 100 vacas) que la media, que roda los 63 terneros al año”, añadió.
Y concluyó: “Si tomo por categoría, las vaquillonas de primer servicio me dio 95,65% (46 vaquillonas quedaron preñadas 44 y 2 vacías) mientras que para la otra categoría de 120 vacas quedaron 113 preñadas y 7 vacías, con un resultado de índice de preñez 94,16%”.
-¿Usó un sistema rotativo para obtener estos resultados?
-No, el sistema rotativo tiene como beneficio hacer un mejor uso de la capacidad forrajera del campo y si bien la oferta forrajera es uno de los puntos importantes, el índice de preñez está más vinculado al orden del rodeo que se encuentra detallado en el tablero de control; son diversas las acciones y decisiones que atentan contra el índice de preñez, todo el detalle está en tablero de control y nada puede quedar pendiente.
-¿Entonces hace extensivo o confinamiento?
-Un mix. Todo lo que es recría y preparación de vaquillonas para madre desde el destete hasta el primer servicio (IATF) se realiza en confinamiento; el repaso se realiza a campo con toros y para el rodeo de vacas están encerradas en un lote y salen al campo a pastorear fibras (sorgo forrajero) por la mañana y proteína por la tarde (alfalfa). En invierno utilizo silaje de sorgo en remplazo del sorgo forrajero.
-¿El tablero ayuda a tener una mirada integral, holística?
-Sí. A veces hay quienes creen que la ganadería de cría es tan fácil como de tener un par de vacas con algunos toros, pero es todo lo contrario. Desde mi punto de vista en el sistema intervienen diversos procesos y en cada uno de ellos hay decisiones y acciones que tomar. Omitir o incurrir en errores significa bajar el índice de preñez.
-O sea que la clave es trabajar en detalle…
-Para mí la ganadería de cría es como un sofisticado reloj de engranaje, todo debe ser exacto y, justamente, el detalle hace la diferencia. La alimentación es tan importante como tener estacionado el servicio y restringido a no más de 90 días y definir la carga animal, ambas cosas son las básicas. Por dar un ejemplo tal vez hasta grosero con esto dos puntos: uno puede estar en el 65% o 70% de preñez, el tema que para llegar al 95% hay que tomar casi un centenar de acciones más y que sean acertadas es todo un tema. O sea que también es como un juego de ajedrez ¡y como el juego del truco!
-¿Qué es lo más difícil de implementar del tablero?
-En verdad la mayor amenaza es nuestra actitud: si pongo “peros” es imposible aumentar el índice productivo. Por eso la mayor barrera para alcanzar el techo máximo no es una cuestión de la capacidad productiva (forrajera) del campo, ni de la raza que utilizamos, ni de la diversidad de problemas que podamos tener: la mayor barrera es nuestra, es mental. Cumplido este cambio de actitud lo demás se logra con herramientas técnicas que están todas escritas y permiten una excelente planificación tanto en lo forrajero, como en el orden del rodeo, de su sanidad, de lo reproductivo, de la recría de vaquillonas, por citar sólo algunos.
-¿Son muchas las acciones a realizar?
-Hay como un centenar de acciones y decisiones que se deben hacer en el año. La gran mayoría impacta en el índice de preñez aunque con diferente intensidad. Por eso hay que identificar cuáles son de mayor impacto para comenzar con estas y luego seguir con las demás; una vez encontrado ese punto de sincronización de procesos intervinientes sólo hay que repetirlos una y otra vez hasta depurar los errores.
-¿En qué sentido compara la ganadería de cría con el ajedrez?
-Porque en ese juego hay piezas que se sacrifican para proteger otras y en este caso hay algo similar: una vez logrado el ternero es de suma importancia cuidar el estado corporal de la vaca, más aún cuando esta sea una vaquillona que fue a servicio a los 15 meses de edad. Para estos casos cuando vemos que el estado corporal de la vaca no es el adecuando resulta prioritario tomar decisiones que le permitan rápidamente adecuar su condición corporal para que llegue con un buen estado al servicio. Entre algunas medidas está adelantar el destete, que debe ir acompañada de otras medidas. No son pocos los que priorizan ponerle más kilos a un ternero haciendo que la vaca se consuma y no pueda volver a queda preñada nuevamente.
-¿Y lo del truco?
-Lo comparo porque en este juego las cartas tienen distinto valor. Casi todos los productores pueden ordenar en un par de minutos las cartas según su valor, ahora bien, si ese mismo productor demora más en ordenar las 40 principales acciones de ganadería significa que estamos en un problema donde cuesta priorizar decisiones y tareas en cada proceso. Para dar un ejemplo: el Ancho de espada es igual que estacionar el servicio y restringirlo a no más de 90 días, realizar tacto, hacer descarte de vacas vacías y mantener una buena condición corporal de las vacas es similar al Ancho de basto. ¿Qué pasaría si estás jugando al truco y nunca ves ni el Ancho de espada ni el de basto? ¿Se complica, verdad?
-Sí…
-Bueno, en ganadería de cría pasa algo similar: no se puede llegar a buenos índices productivos si no tenemos identificados cuáles son las acciones que tienen alto impacto el índice de preñez; omitirlas es conformase con estar en la media culpando a otros sin hacernos cargo de nuestras decisiones. Hay que remplazar el “pero” por la pregunta: “¿qué puedo hacer?”.
Nota: Tanto el tablero como capacitaciones en cría se pueden solicitar en cordoba@renatre.org.ar