La falta de mano de obra en las economías regionales es un problema que desde principio de este año no sale de la agenda pública. Los medios de comunicación se llenaron de imágenes de cítricos que empapelaban los suelos de las plantaciones, o de yerbales sin cosechar, que quedaron completamente desatendidos por falta de trabajadores para la zafra.
La principal explicación a la falta de mano de obra en el medio rural era que la gente prefería no tomar ese tipo de trabajos en blanco, por temor luego a perder los ingresos que percibía por los diferentes planes sociales que aplica el gobierno.
Luego de varios meses de acumular evidencias de que este diagnóstico era veraz y certero, Alberto Fernández convirtió lo que era una demanda extendida en el sector agropecuario en un anuncio en clave electoral. El Presidente encabezó este jueves un acto con la localidad de Concordia -que alguna vez fue considerada la ciudad con mayor desocupación del país-, para anunciar que a partir de ahora se aceptará que los beneficiarios de planes sociales acumulen ese ingreso con el que puedan obtener de un trabajo rural registrado.
Desde el empaque de la empresa Argencitrus, Alberto contó que esta medida formará parte de un plan oficial para la promoción del trabajo registrado y la ampliación de la protección social para 250.000 trabajadores rurales.
“Los trabajadores en el tiempo que no cosechan han tenido el auxilio del Estado para sobrellevar el tiempo en que no trabajan. Y cuando lo recuperaban se enfrentaban al dilema de ‘me quedo con lo seguro que es mi plan o me arriesgo al trabajo sin saber que pasara mañana’. Eso genero intranquilidad en alrededor de 250.000 personas que trabajan en las economías regionales. Se necesitaba resolver el dilema de esta gente”, dijo Fernández durante la conferencia.
Una entidad que agrupa a muchas economías regionales, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), fue una de las primeras en alertar al gobierno sobre el problema de la incompatibilidad de los planes sociales con el trabajo rural registrado. ¿Qué es lo que ocurría? Muchos trabajadores golondrina prefieren trabajar en negro durante los pocos meses que dura la cosecha, ante el miedo de perder los planes de ayuda económica que reciben del Estado.
Según cifras de CAME, las producciones regionales emplean a alrededor del 70% de la mano de obra rural, dando trabajo a aproximadamente 625.000 trabajadores temporarios en época de cosecha. De acuerdo a la actividad que se realice, los costos de la mano de obra representan entre un 45% y 75% de los costos totales de las empresas.
Tal fue la crisis de incompatibilidad que este año la falta de trabajadores rurales ocasionó la baja de productividad en producciones como la cereza, las frutas de carozo, el ajo, el tabaco, la vid, los cítricos, las pomáceas, el té y el olivo.
La problemática había dado impulso incluso la presentación de dos proyectos de ley en el Congreso. Uno en la Cámara de Senadores de la mano de la salteña Nora del Valle Giménez, presidenta de la Comisión de Economías Regionales y Pymes, que contemplaba la protección de los programas de asignación universal por hijo y por embarazo (siempre que la remuneración percibida no supere dos salarios mínimos por mes); y otro desde la Cámara Baja con el diputado misionero Héctor “Cacho” Bárbaro con los mismos objetivos.
“Ahora lo que saben es que lo que el Estado quiere que trabajen pero no quiere decir que estaremos ausentes cuando no tengan el trabajo. Ahora serán compatibles la idea del auxilio con el objetivo de trabajar”, dijo el primer mandatario y agregó: “Argentina necesita que su economía salga al mundo y que esa exportación traiga dólares porque tenemos que cargar con una deuda que nadie ha querido pero que todos tendremos que pagar”.
Habrá que ver la letra chica del decreto para conocer el verdadero alcance de la medida.
Del acto participó también el gobernador de la provincia de Entre Río, Gustavo Bordet, quien afirmó que “el anuncio fue largamente esperado” y que esta iniciativa “mejorará calidad del empleo, el ingreso y la dignidad de cientos de trabajadores”.
“Esto ocurre en Tucumán, Río Negro, Misiones y otras tantas provincias. Esto pone de pie al trabajo registrado”, sostuvo.