Cómo parte de la extensa sesión que llevó adelante ayer el Senado, se le otorgó media sanción al proyecto que busca la creación del Programa de Sustentabilidad Ambiental y Seguros (PROSAS), con el objetivo de promover inversiones en nuevos emprendimientos forestales y ampliar los bosques implantados existentes conforme con la Ley 25.080.
“El PROSAS se integrará con el aporte obligatorio que deberán realizar los asegurados del seguro del ramo automotor, en una proporción de 0,5% de la prima que será liquidada trimestralmente sobre los seguros directos, deducidas las anulaciones, de acuerdo con lo establecido en el artículo 81 inciso b) de la ley 20.091“, dice el artículo 2 del proyecto.
Los memoriosos recordarán que algo similar fue impuesto por el gobierno de Mauricio Macri allá por el 2018. En esa oportunidad, el bautizado “Seguro Verde” consistía en derivar el 1% de todos los seguros automotrices contratados para sostener las nuevas forestaciones, y de alguna forma quitarle un gasto al Presupuesto de Agroindustria en época de ajuste fiscal. Permitió, por aquellos días, comenzar a saldar una importante deuda del estado con los forestadores, que trepaba más allá de los 600 millones de pesos.
De nuestro archivo: Macri anunció un “seguro verde”, en las pólizas del auto, para financiar las nuevas forestaciones
Este ajuste en la alícuota llevaría el presupuesto actual de 70 millones a más de 100 millones de pesos, según indicó el senador misionero, autor de la propuesta Maurice Closs (FDT). El 10% de los aportes recibidos serán aplicados por la Dirección Nacional de Desarrollo Forestal para cubrir los gastos necesarios para la implementación de las acciones asignadas en la Ley N° 25.080.
“El sector forestal se quedaba sin presupuesto y los planes y política se discontinuaban. ¿Por qué necesitamos financiar al sector forestal? Porque esas inversiones son de mediano y largo plazo. ¿Por qué obligatorio? Porque así todos los que participen ayudarán a bajar esa alícuota. Esto logrará que nuestro país tenga ventajas comparativas y competitivas en una industria que es sumamente generadora de puestos de trabajo, inversiones y que tiene mucho por crecer”, afirmó Closs.
Agregó luego que la ampliación de los bosques implantados tendrá un impacto positivo en el medio ambiente al generar “un efecto purificante”.
Sin embargo la oposición mostró sus reservas a esta iniciativa. “Un eco-impuesto o un impuesto verde, que es lo que pretende ser esta prima sobre los seguros automotores, es una herramienta fiscal que tiene que cumplir tres condiciones: se debe imponer sobre actividades que han demostrado su impacto ambiental negativo; debe perseguir el fin de modificar positivamente patrones de consumo y de producción; los fondos deben destinarse a la promoción de actividades bajas en carbono”, señaló la presidenta de la Comisión de Ambiente, Gladys González (PRO-Buenos Aires), que no parecía recordar que la idea original fue de su propio partido.
“En este caso esas tres condiciones no se cumplen porque no desincentivamos a los responsables de la contaminación o de las emisiones de carbono, como podía ser el impuesto a los combustibles fósiles o las industrias, y lo hacemos sobre las aseguradoras, no en quienes deben cambiar hábitos”, agregó.
Según Gonzáles, el 97% de las plantaciones son de especies exóticas como el pino, el sauce y el eucalipto, y numerosas organizaciones como el Conicet han aclarado que estas no garantizas la absorción de carbono.
“Esta es una ley de promoción de la actividad forestal, no un programa de sustentabilidad ambiental y va a ser financiado por todos los argentinos. Todos reconocemos que la ley de bosques está desfinanciada. Si queremos que aporten respecto a la sustentabilidad ambiental mejor hubiese sido destinar los fondos al fondo nacional de enriquecimiento y conservación de los bosques nativos”, sentenció.
Fue por esa razón que la senadora solicitó la conformación de una Comisión Bicameral de seguimiento de la implementación de esta ley, porque “hablamos de mucho dinero” y su trabajo permitiría “influir en la política forestal que queremos”.
La iniciativa finalmente fue aprobada por 52 votos afirmativos, 1 negativo y 10 abstenciones, y ya fue girada a la Cámara de Diputados para su tratamiento.