Hace 50 años que Alfredo Pereyra trabaja en el sector productor de papas, que tiene su epicentro en Nicanor Otamendi. Su empresa Ezemax Papas no solo se ocupa de la siembra de ese cultivo por toda la región sino que además se encarga de su primer procesamiento cuando llega del campo. Las papas arriban a la planta llenas de tierra y lo primero que hay que hacer es lavarlas y cepillarlas. Luego se realiza una primera selección y finalmente se almacenas en galpones especialmente acondicionados. La idea es que haya papa disponible durante todo el año, varios meses después de la cosecha.
Alfredo maneja la firma junto a sus dos hijos, Ezequiel y Maximiliano (de allí el nombre del empaque), y se dedica especialmente al segmento de la papa industria: tienen de clientes a empresas de la talla de Pepsico y McCain.
Ezemax presta servicios de almacenamiento y también de acondicionamiento. Esto significa que guardan las papas que llegan directo del campo, para proveer a sus clientes durante todo el año, y además ofrecen servicios de lavado y pelado. Cuentan con diez almacenes de 20 metros por 30, que les permiten guardan hasta 15 mil toneladas de papa, es decir 15 millones de kilos.
“Se reciben los camiones, se hace una selección y se las almacena en frío por varios meses. Se mantienen a 8 grados. De esta forma se aseguran que empieza el invierno y la fabrica nunca parará porque tendrá esos pulmones”, contó a Bichos de Campo Maximiliano Pereyra.
A pesar de ser diseñador gráfico, Maximiliano se avocó de lleno a la empresa familiar porque sabe que a futuro es lo que le va a quedar a él y a sus hijos. “Es una tradición. Mi viejo la adquirió de chico, sin tener nada. Es una empresa familiar y hay que apostar a esto”, dijo, tras a explicar como el este primer proceso de tratamiento de la papa para industria.
Mirá la entrevista completa a Maximiliano Pereyra acá:
¿La papa para la industria es distinta que la que encontramos en la verdulería? Si. Para hacer el trabajo más sencillo, se trata de variedades de papa más redondas que permiten que en la industria la máquina puede haber mejor las labores de pelado. Dichas variedades son provistas por las propias industrias, que cuentan con sus propios bancos de papa semilla.
-¿Es más difícil hacer esto para la industria que para el mercado fresco?- le preguntamos a Maximiliano.
-En si en la industria hay precios contratados, entonces uno ya sabe, mal que mal, el porcentaje que va a ganar. Hoy en el mercado fresco si sacas costos vas a pérdida. Te sube la mano de obra, te suben las bolsas, el envase, el flete. Todo incrementa y llega un momento en que al productor no le rinde. Los alquileres de los campos son los dólares, los insumos son en dólares y nosotros (como consumidores) pagamos papa en pesos.
-¿La exigencia de la papa para industria es mayor en cuanto a sanidad y calidad qué para el mercado fresco?
-Sí. Hay requerimientos de calidades y protocolos que tenemos que seguir para hacer las papas en los estándares que ellos exigen, con las calidades que ellos exigen.
-Cómo productores de papa, ¿qué considerás que habría que mejorar?
–Hay mucho para pedir. El principal problema que tenemos es la mano de obra. No hay gente con ganas de capacitarse. Yo estoy acostumbrado a capacitar pero noto que no hay compromiso.