El Servicio Nacional de Sanidad Agraria de Perú confirmó esta semana el hallazgo de Fusarium TR4 en plantaciones de banano concentradas en la localidad de Piura. La noticia renovó las alertas en la región, ya que en los últimos años la enfermedad no ha dejado de expandirse.
El Fusarium TR4 es una enfermedad fúngica que se transmite por el suelo y que provoca un daño en el tejido vascular de las raíces y tallos de las plantas, provocando la marchitez y posterior muerte. Afecta al banano de la variedad Cavendish, la más exportada en el mundo. Hasta el momento se detectó en Colombia y Perú.
“Nosotros no tenemos las mejores condiciones para lograr una producción de banana como otros países, porque tenemos inviernos secos y fríos. Eso casualmente es una fortaleza a la hora de frenar el avance de las enfermedades. Desde los 90’ se viene hablando del Fusarium TR4, una mutación del Fusarium TR1 que devastó bananas en los años 50’”, explicó a Bichos de Campo José Luis Checa, presidente de la Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas de Salta.
El principal problema radica en que no existe aún una cura ni tampoco protocolos para la prevención. En Colombia, por ejemplo, se ha optado como única medida de contención el aislamiento de lotes infectados.
Debido a que la producción local es muy escasa, Argentina importa bananas principalmente desde Ecuador, seguido por Bolivia, Paraguay, Brasil, Colombia y Costa Rica. Y eso representa un riesgo potencial.
“El hongo afecta a la planta más que a la fruta. Lo que hay que evitar es que entre material con presencia de Fusarium TR4 como, por ejemplo, un cajón de bananas con pedazos de hojas; ahí es donde hay que apuntar”, señaló Checa.
En ese sentido, la disposición conjunta 1/2021 del Senasa tranquilizó a los productores del norte, que desde hace tiempo venían reclamando mayores controles en las fronteras, por donde ingresan los cargamentos de esta fruta.
Los productores, concentrados en Jujuy, Salta y Formosa, celebraron la disposición del Senasa que obliga a emitir un Documento de Tránsito Vegetal Electrónico (DTV-e) para cualquier banana que circule por el país, ya sea importada o de producción local.
Checa asegura que el aumento de la superficie implantada en los últimos años permitiría abastecer el mercado interno en el caso de que haya un faltante en las góndolas como producto de la difusión de la enfermedad. “Lo normal de los países que producen bananas es autoabastecerse primero. Lo que nos pasa a nosotros acá es que se le da importancia a la importación por sobre el productor nacional. Es una cosa de locos. La producción argentina viene creciendo y mejorando en calidad para abastecer al país”, afirmó Checa.