Desde el comienzo de año los mercados de granos se vieron un tanto convulsionados debido a intenciones intervencionistas por parte del gobierno en los mercados de cereales.
Para Juan Carlos Martínez, presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), “se generó algún estado de confusión en el gobierno, que entendió que podían llegar a faltar alimentos y, por otro lado, le preocupó el costo de los alimentos en góndola. Nosotros naturalmente estamos desacoplados de los valores de los alimentos en el resto del mundo porque tenemos una estructura económica diferente”.
“Lo importante es que se pueda establecer un ámbito de diálogo permanente”, agregó Martínez en una charla con Bichos de Campo y celebró el estudio de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) sobre incidencia de los granos en los precios de los alimentos . “Estudiar cómo se conforma un precio en góndola es sano porque ahí salta verdaderamente el impacto de los granos en los alimentos. Por ejemplo, en el caso del pan, los estudios dan una incidencia del cereal en el precio del 13%”, precisó.
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En efecto, el estudio de la BCBA revela que en los productos estudiados más del 80% del precio al consumidor no depende del precio de los granos, sino que responde a otros costos, tales como salarios, energía, alquileres, utilidades, impuestos, fletes y otros costos de distribución, que acompañan la evolución del nivel general de precios de la economía. “Si echás mano a ese porcentaje, no se estaría resolviendo el problema y además la suba de precios de los granos genera ingresos adicionales al Estado”, opinó Martínez.
Ante la insistencia del gobierno de Alberto Fernández por lograr acuerdos de precios de los granos con el objetivo de que, si se exporta cada vez más, eso no sea a costa de aumentar los precios internos, Martínez explicó que “el costo de la economía no sólo depende del precio, sino de cuánto entre en mi bolsillo y cuánto pueda comprar. En este punto, la reducción de impuestos impactaría de una manera tal que haría que el costo de los alimentos bajara”.
“Tenemos que pensarlo como un ´todos en el mismo barco y con un mismo fin´; todos queremos que al pueblo le vaya mejor y que se pueda acceder fácil al alimento, nadie quiere la inflación, pero no es enfrentándonos o haciendo compulsas, sino abriendo la mente y discutiendo en la mesa cómo es la verdadera dinámica de las cosas”, remarcó el presidente de la BCCBA.
De acuerdo a Martínez, toda la dirigencia gremial y política tiene una gran responsabilidad en este punto. “La preocupación a veces pasa por generar un título periodístico y muchas veces generan una gran confusión, lo que afecta de un modo impensado a la conducta de los inversores y a los potenciales compradores del exterior”, manifestó.
Martínez expresó la necesidad de generar estabilidad y confianza en los mercados para incitar inversiones y citó a Rubens Barbosa, presidente de la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo) y su preocupación sobre si podrán hacerse del trigo que ese país necesita de la Argentina. “El mejor negocio para nosotros es vendiendo el trigo y Brasil comprándolo; es una pena que no generemos un ambiente de confianza, que es el aspecto sobre el cual se desarrollan los mercados”, dijo.
El dirigente cordobés recordó que “Argentina pasó de niveles productivos en trigo de menos de 10 millones de toneladas a más de 18 millones de toneladas y nunca dejamos de cumplir con Brasil, ni en las malas ni en las buenas, y cuando estuvimos por debajo de los 8 millones de toneladas Brasil compró casi todo lo que pudimos exportar y así y todo consumimos a nivel interno”.
La apertura en la producción permitió a la cadena triguera de Argentina llegar a 48 destinos externos, hecho que celebró el dirigente debido a que “tampoco hay que ser económico-dependiente de un sólo país”, y enfatizó que “si queremos generar riquezas, debemos generar inversiones y estas no sólo dependen de un aliciente económico, sino de calma y un ambiente confiable de negocios; si cambio las reglas de juego de modo permanente, no es sano”.
¿Y entonces qué necesita la producción agropecuaria? “Necesitamos una política de mediano y largo plazo que asegure estabilidad porque nosotros podemos agregar valor a la producción de trigo así como también podemos hacer primera y segunda industrialización saliendo al mercado mundial, pero para eso necesitamos decirle al mundo que confíen en nosotros porque seremos proveedores permanentes”, respondió.
“Me parece que mucho de esto pasa por acabar con los chimentales; esto no se construye peleando sino entendiéndonos y tenemos la obligación de hacerlo porque para eso somos dirigentes y nos cabe esa responsabilidad por encima de nuestro destino personal. Mi obligación primaria es superar las dificultades que tenemos y eso está antes que nada”, concluyó.
La Bolsa de Cereales de Córdoba es una entidad con un rol institucional muy fuerte, no sólo en el registro de contratos en granos y oleaginosas sino porque también aporta información agronómica, económica y agrometeorológica a través de sus diversos departamentos de investigación y capacitación, así como también ofrece servicios en sus laboratorios de análisis y cumple la función de respaldo a través de la actuación de un Tribunal Arbitral en caso de ser necesario, garantizando el cumplimiento de los contratos.