Manuel Martí es el presidente de la Unión Vegana Argentina, tiene 64 años y hace 46 que no consume productos derivados de animales. Cuando conoció a la Unión Vega Internacional decidió dar un paso más. Su militancia lo llevó a sacarse una foto con Alberto Fernández durante una reunión para solicitar que no se concrete una inversión de origen chino en el sector porcino local (un proyecto que, más allá del pedido, se cayó por su propia cuenta).
Aunque Manuel afirma que el consumo de alimentos de origen animal es una cuestión personal, en una charla con Bichos de Campo, se paró frente al sector productivo más grande del país para pedir un cambio.
-¿Es cierto que usted pidió el cierre de tambos y frigoríficos?
-No. Yo sugerí que el campo empiece a pensar en reconvertirse. La demanda está cambiando a nivel global y va a terminar cambiando completamente. La tendencia es irreversible. Es una sugerencia, que se pongan a investigar para que lo comprueben. Es muy fácil hoy con Google darse cuenta lo que está pasando a nivel global: hay un cambio en los paradigmas de la alimentación.
-¿A qué se refiere con reconvertir el agro?
-A algo que ya está pasando: tambos e industrias lácteas que fabrican leche de origen animal han cerrado y han vuelto a abrir fabricando leches de origen vegetal. Nadie se queda sin trabajo, la industria sigue y el negocio sigue. Imagínese que Dadone, que fabricaba leche de origen vegetal en Europa hace años, ya empezó a fabricarla acá. Las grandes multinacionales del mundo se están volcando a la producción de alimentos basados en plantas. También nos compete a todos la incidencia de la industria carne en la generación de los gases de efecto invernadero, que producen el cambio climático. Tarde o temprano, los gobiernos van a limitar la producción de carne, si es que no la van a terminar prohibiendo.
-¿Y cuál sería la estrategia por aplicar para reconvertir un frigorífico?
-Que empiecen a fabricar proteínas de origen vegetal como están haciendo grandes empresas en el mundo. Por ejemplo Beyond Meat, en la que Bill Gates y Leonardo Di Caprio invirtieron 80 millones de dólares, o como NotCo, donde Jeff Bezoz puso 30 millones de dólares. China, el gigante asiático, también lo está haciendo. Lo maneja el mercado. Los frigoríficos y los mataderos pueden utilizar los mismos establecimientos y espacios físicos que tienen. No hay ningún cambio en la cuestión de ganancias. Por otro lado, no hay una forma humanitaria de matar, y para comer carne hay que matar animales.
-¿No cree que esta iniciativa -para hacerla extensiva a todo el país- podría tomar mucho tiempo?
-Yo me pregunto, ¿Qué va a hacer la industria láctea cuando ninguna persona más quiera comprar leche de origen animal?
De nuestro archivo: El discurso de la carne: Los productores ganaderos ensayan respuestas ante el avance vegano
-¿Considera que las 7 mil millones de personas en el mundo decidirán eso en el futuro cercano?
-Por supuesto y mucho antes de lo que se supone. Aparte no hacen falta frutos secos. Se puede hacer leche de arroz, avena, quínoa, de muchos productos y cereales. Esto lo maneja la demanda.
-Usted mencionaba la producción de Gases de Efecto Invernadero (GEI). ¿Qué opinión le merecen los cambios en la producción agrícola-ganadera que está haciendo Argentina para llegar al objetivo de ser carbono neutro?
-Argentina es uno de los países que más gases de efecto invernadero produce. Grandes extensiones se deforestan todo el tiempo. La deforestación es una de las problemáticas grandes que tiene Argentina. En una época, la actividad de empresas deshollinadoras dejó de existir. El que pensó que iba a seguir limpiando chimeneas, quebró. El que buscó otra actividad y se reconvirtió, pudo subsistir. Nosotros queremos que el campo sea productivo, pujante. Tiene que haber políticas de Estado que promuevan la producción agroecológica y orgánica de alimentos.
-¿Se puede lograr una producción orgánica extensiva que alcance para todos?
-La tendencia va hacia eso porque la gente quiere alimentarse mejor. No estar consumiendo agrotóxicos. Está en la creatividad de los productores encontrar la forma. Siempre los argentinos somos muy creativos. La contaminación de los cultivos de soja ha generado que todos tengamos glifosato en la sangre. Esto es tremendo. Todo el tiempo en el Mercado Central (de Buenos Aires) el Senasa encuentra que no se están cumpliendo los estándares permitidos (de aplicación de fitosanitarios).
Son menos del 5% de los consumidores y quieren imponer sus sofismas (omnívoros, somos omnívoros). En mi barrio los conocemos como “fachos”. Amigo, estas algo ojeroso: te falta B12 o hierro.. informate. Tio Alberto: te noto algo desorientado!
Si bien estoy lejos de ser vegano y apoyo al campo sugiero leer un interesante informe de un Think Tank llamado Rethink X sobre alimentación y agricultura (Rethinking Food and Agriculture 2020-2030 ) ojo que la disrupción de la producción puede venir mucho antes de lo que imaginamos y no vendrá por los veganos.
Se abandona la producción de carne, se extinguen las especies bovinas, porcinas y aves de granja. En lugar de faena q se mueran de inanición!!
Le dan prensa a cada uno!!!
Sr. Vegano, a usted le hace falta una costeleta bien jugosa , porque veo que se le ha atrofiado el cerebro en sus 46 años de vegano.
Saludos.
No tengo nada en contra de los veganos ni vegetarianos, que hagan lo que se les cante hacer pero que no rompan la pasiencia, me parece una locura pretender eliminar la producción pecuaria, lo que dice este hombre relacionado a la emisión de gases en Argentina yo le informo que nos es por la producción pecuaria es por los gases que se desperdician quemandolos en las zonas petroleras, nadie separa los gases emanados de los pozos, si lo hicieran se podrían aprovechar y no habría tanta contaminación. Atentamente Ing Marsero.