Por Matías Longoni.-
Con la firma de varios ministros para secundarlo, el presidente Mauricio Macri dictó el Decreto 1025/2017, que elimina el sistema de retenciones móviles para el biodiésel vigente desde 2012 y establece un derecho de exportación fijo para ese biocombustible del 8%. De este modo, el enorme diferencial que existía entre ese producto y su principal insumo, el aceite de soja, se redujo automáticamente desde los 27 puntos porcentuales a 19 puntos.
Esa brecha, además, debería comenzar a reducirse a partir del 1° de enero de 2018, fecha en que entran en vigencia no solo este decreto sino además el cronograma de reducción de las retenciones a la soja y sus derivados, que bajarán a razón de medio punto porcentual por mes.
De algún modo, esta decisión constituye una aceptación por parte del gobierno argentino de que existía hasta ahora un régimen muy ventajoso para las grandes fábricas de biodiésel. Ese subsidios encubierto en diferenciales impositivos mayúsculos (en los años ’90 la industria aceitera se pudo desarrollar con un diferencial de solo 3,5%), fueron la causa de las acusaciones por dúmping contra el país, que dejaron afuera al biodiésel del mercado de los Estados Unidos, en un conflicto altisonante con la administración Trump.
“Se hace necesaria una armonización entre los derechos de exportación del biodiésel y el de su principal materia prima, el aceite de soja, para alcanzar una convergencia entre los mismos”, reconoce el nuevo decreto de Macri en sus considerandos.
Luego define varias cosas:
- Derógase el Decreto 1719 de fecha 19 de septiembre de 2012, en tiempos de Axel Kicillof, que era el que dispuso un régimen de retenciones móviles para el biodiésel que las había levado últimamente a ser de casi 0%.
- Fija en 8% la alícuota del Derecho de Exportación aplicable a las mercaderías comprendidas en la posición arancelaria 3826.00.00. Es decil, al biodiésel.
- También dispone cambios en la forma de calcular el precio del biodiesel destinado al mercado interno, para el corte obligatorio del gasoil. En este caso, ratifica la potestad del ministro de Energía, Juaj José Aranguren, para determinar cuál será ese valor, en reemplazo de una comisión multipartita que en la práctica poco funcionó.
Por otro lado, informa el sitio Biodiesel.com que las autoridades argentinas habrían decidido no apelar ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por las barreras arancelarias que impuso el gobierno de los Estados Unidos contra el biocombustible, y que superan largamente el 70%.