Aunque el gobierno de San Luis afirme que los protocolos de ingreso para los productores rurales se han flexibilizado, la realidad no arroja otra versión. Guillermo García, productor apícola de Lujan de Cuyo en Mendoza, perdió el 30% de los 200 núcleos de abejas que transportaba hacia Villa Trinidad, provincia de Santa Fe, luego de que se demorara seis horas y media el cruce por la provincia puntana.
“La abeja viene preparada para que le vaya entrando aire a medida que vos vas circulando con el vehículo. Podes viajar 10 o 12 horas sin ningún inconveniente. Pero parados sobre la ruta, eso se va calentando y la abeja no tiene como refrigerarse naturalmente”, explicó el productor a Bichos de Campo.
García tenía todos los permisos para circular y aún así lo demoraron varias horas en Desaguadero hasta que hubiera policías disponibles para escoltarlo. “Yo viajaba con el permiso de Ganadería, el DTE que es la guía de tránsito de animales del Senasa, y tenía un permiso especial para salir de mi provincia y reingresar, que lo expide Ganadería. Aparte tenía el de actividad esencial”, comentó.
Para sumar a esta historia, una vez que la comitiva de autos y los escoltas policiales estuvieron listos, además de las paradas para que los vehículos a gas recarguen combustible, una camioneta de la policía reventó una cubierta y el auto substituto se quedó sin combustible a mitad de camino.
“Parecía un chiste. Al final de cuentas estuvimos desde las cuatro de la mañana hasta las diez y media para salir de San Luis”, dijo García.
De los 200 núcleos con los que salió de Mendoza, el 30% se perdió completamente por la asfixia de las abejas y los demás quedaron con una población muy reducida. La pérdida equivale a $150.000.