Tras las elecciones en los Estados Unidos donde se habría impuesto el demócrata Joe Biden, parece que ese país sufriría cambios en su política interna pero también en su política exterior, especialmente en la relación con China. Ambas potencias, durante la gestión de Donald Trump, mantuvieron una guerra comercial cargada primero de declaraciones explosivas, que detonaron después en una escalada de trucos y retrucos arancelarios. Aquella situación tuvo mucho impacto en el comercio global de commodities. Y por lo tanto afectó a la Argentina.
El analista en comercio internacional Marcelo Elizondo se refirió primero a la cuestión interna que se abre tras esta reñida elección. “Trump fue un líder muy divisivo que tensionó y enrareció el escenario político. Con respecto a lo que queda, lo más probable es un gobierno de Biden con bastante limitaciones porque el Partido Republicano, aún perdiendo, hizo muy buenas elecciones y podría retener el senado. Además Biden es un candidato peculiar, es un hombre muy mayor, el más viejo en ganar las elecciones en Estados Unidos y podría no aspirar a dos mandatos. Será un presidente de transición, más un ordenador que un transformador”, explicó.
Elizondo dijo que en términos económicos lo más probable es que “seguiremos teniendo un dólar no muy fuerte en el mudo, políticas expansivas en materia fiscal, porque sigue vigente la pandemia, y a nivel internacional un política más institucional y diplomática” que la que ejercía Trump.
Con respecto a la guerra comercial con China consideró que no continuará en los mismos términos, aunque no perderá vigencia la disputa por el liderazgo económico global.
Escuchá la entrevista con Marcelo Elizondo:
“Lo que vamos a tener es la continuidad de la tensión entre dos potencias, por ver quién es el líder. China está con una visión extensionista internacional, al menos en su región, y Estados Unidos ve eso con recelo. Hay mucho en juego en términos económicos y estratégicos. Las diferencias se van a mantener, pero la modalidad ya nos será la guerra comercial sino en terrenos más convencionales”, evaluó el especialista.
A diferencia de lo que sucedió con la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, el eje del conflicto ya no está puesto en lo militar sino en “imponer reglas y estándares de producción internacionales al otro. Esto va a seguir, habrá tensiones y disputas, con las que tendremos que convivir. Vamos a tener un mundo menos basado en arrebatos personales y más ordenado en normas internacionales, instituciones, diplomacias”, definió Elizondo.
El analista consideró, en ese marco, que Estados Unidos recompondría sus relaciones con occidente y especialmente buscaría mejorar vínculos que la gestión de Trump lesionó con socios históricos de lso Estados Unidos, como la Unión Europea.