Por Nicolás Razzetti.-
En la reunión de la Mesa de las Carnes con el presidente Mauricio Macri y otros funcionarios nacionales hubo buenas noticias para la producción de carne porcina.
En primer lugar se anunció un incremento en los reintegros impositivos a las exportaciones, que hasta el momento eran de 4% y que pasarían al 5,8%, al menos hasta el 31 de junio de 2018. Se trata de un nuevo impulso para que los empresarios del sector busquen alternativas en los mercados internacionales. La resolución que fija el nuevo esquema de reintegros fue publicada este martes en el Boletín Oficial.
Ver: “Cerditos en el espacio: Argentina inicia las exportaciones de carne porcina a Rusia”
Hay varios hitos que justifican este mayor apoyo oficial. Este año se concretaron los primeros embarques de carne porcina argentina a destinos como Rusia y Vietnam. También se conformó un consorcio de empresas exportadoras que están intentando hacer pie en esos y otros mercados.
Al contrario de lo que sucede en nuestro país, donde manda el bovino, la carne de cerdos es la más producida y consumida a nivel mundial. En ese segmento, la Argentina tiene mucho para crecer más allá de que en los últimos años se han realizado importantes inversiones que generaron un salto importante en el consumo, que llega a los 15 kilos por habitante/año.
La segunda buena nueva tiene que ver con la importación de carne de cerdo. En el encuentro, las autoridades aseguraron que en tanto no se den las garantías sanitarias correspondientes no se habilitará el ingreso del producto. Esto en clara referencia a la exigencia de Estados Unidos para la apertura del mercado argentino a su carne porcina, algo que es resistido por los productores locales.
Para rechazar esas importaciones, los productores argumentan que en ese país el rodeo cuenta con una enfermedad respiratoria que podría ingresar al país junto con la carne, lo que afectaría a la producción y al status sanitario.
En el sector porcino ya venían reclamando por el aumento de las importaciones desde Brasil y alertando por los riesgos que conllevaría la apertura a la carne norteamericana, pero además hay un demora que resulta incomprensible de parte de ese país en la apertura del mercado para la carne vacuna y eso también apuntala la negativa de las autoridades argentinas que luego de varios desplantes parecen dispuestas a, al menos por lo bajo y sin explicitarlo, a ponerle un freno al avance de Trump.