La faena vacuna de agosto fue nuevamente alta y llegó a 1,2 millón de animales. Pero de todos modos cabe señalar que bajó 2,3% respecto del mismo mes del año pasado. En el caso de las hembras su participación siguió reduciéndose.
El analista Víctor Tonelli explicó que la faena de hembras en agosto representó el 45% del total, y la matanza de vacas en particular se redujo 14% en términos interanuales.
En el acumulado de los últimos 8 meses las hembras significan el 47% de la faena nacional, cuando en el mismo período del año pasado su participación era de 50%. Por lo tanto, creció la participación de machos, con un salto en agosto de los novillitos lo que da cuenta del que se estuvo recriando más hacienda.
Con Tonelli, Bichos de Campo conversó de diferentes cuestiones respecto de estos datos y de la evolución de la ganadería.
El analista espera para este año una faena total de 14 a 14,1 millón de animales, y que a su vez en el recuento de terneros haya entre 100 y 300 mil menos, porque ya hubo menos vacas el año pasado. Esto significa que el destete podría crecer a 65%, lo que “muestra mayor eficiencia del stock”.
Tonelli espera una nueva caída del rodeo vacuno en la medición oficial de fin de año (ahora el stock se medirá todos los diciembres), porque con un destete de 15 millones de terneros no se podría compensar la alta faena y la pérdida por mortandad -estimada en 2,5%-, lo que restaría 1,3 millones de cabezas.
De todos modos ponderó que la mejora esperada en la productividad del rodeo de cría sería mayor: “Prefiero este stock con más terneros por vaca que más stock y menos terneros. Es un paso claro en competitividad y eficiencia”, afirmó.
Con respecto a la caída en la faena de vacas, dijo que se debió a que “el año pasado hubo faena importante de esta categoría, se fue depurando el rodeo y ahora se vende menos porque los que quedó en el campo es en proporción mucho más productivo”.
“Sumado a la revalorización del ternero, la vaca vuelve a la cría como refugio de valor del peso. El entusiasmo se ve en los precios, y eso es un círculo virtuoso”, evaluó el analista.
Tonelli cree que seguimos en el inicio de un proceso de mejor cuidado de la vaca. Aunque aclaró que este ciclo se podría cortar o verse afectado si el clima no ayuda. La sequía es lo que más preocupa en el horizonte ganadero.
“El clima es un interrogante enorme, los pronósticos no son buenos para la primavera, que son los próximos tres meses donde se produce gran parte del forraje necesario para el año. Y si viene mal la primavera, viene mal la situación. La ganadería va a estar afectada y va a faltar pasto el resto del año y todo este ciclo se postergará”, explicó.
Con relación a los precios y sus perspectivas, Tonelli dijo que el productor está bien financieramente y por eso se intenta cubrirse comprando vacas o terneros. Pero si persiste la seca podría aparecer más oferta de hacienda que está en etapa de recría, ya que el mal resultado que da el engorde no incentiva su terminación. Esto podría frenar la suba e incluso causar algunas bajas en ese mercado de la invernada.
En el caso del ganado con destino a faena, el especialista consideró que quizás la exportación tenga la posibilidad de mejorar los precios, pero es más pesimista respecto de subas en lo que se destina al consumo interno, debido a la crisis económica y su impacto en los bolsillos de los argentinos.