La Red de Conocimiento en Malezas Resistentes (REM) que coordina Aapresid difundió este jueves nuevos mapas que muestran la ubicación y la superficie afectada por las principales malezas resistentes y tolerantes a herbicidas, en especial el glifosato. Basta ver las imágenes para comprobar la magnitud que ha adquirido este problema, que constituye actualmente uno de los principales desafíos para la agricultura argentina.
Estos mapas muestran el índice de abundancia de las principales malezas que afectan la producción agropecuaria. Los datos surgen del “porcentaje de los lotes que se aplicaron o se deberían haber aplicado para controlar la maleza en cuestión”, explicó la REM. En otras palabras, cuánto más oscuro más lotes con aplicaciones.
En esta ocasión se mapearon con este nivel 6 malezas. Cinco son resistentes a glifosato: Amaranthus spp. (Yuyo colorado), Echinochloa colona (Capín), Eleusine indica (Pie de gallina), Lolium spp. (Raigrás), Sorghum halepense (Sorgo de Alepo). Y la restante es tolerante al mismo herbicida: Chlorideas (Gramas).
Encantadora la aclaración de Aapresid sobre Conyza spp, la popular Rama negra. “No se mapeó porque se estima que su abundancia se encuentra en torno al 100%, siendo sin dudas de las más abundantes y problemáticas a nivel nacional”, dijeron los especialistas de REM.
El relevamiento de malezas resistentes alcanzó a 200 partidos y departamentos de las diez provincias argentinas con mayor superficie de agricultura extensiva (Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, San Luis, La Pampa y Buenos Aires) y se hizo a través de consultas a varios técnicos de cada uno de estos lugares.
Los resultados son más que elocuentes. El Yuyo colorado resistente (que incluye a Amaranthus hibridus y Amaranthus palmeri) esta presente en más de 13 millones de hectáreas agrícolas, lo que representa el 46% de la superficie agrícola mapeada, siendo Córdoba la principal damnificada con más de 6 millones de hectáreas.
Le siguen las Chlorideas, con 8 millones de hectáreas, siendo también Córdoba la de mayor área, con casi 3 millones.
El Sorgo de Alepo resistente a glifosato cubre algo más de 5 millones de hectáreas, mientras que en Córdoba se encuentra más de la mitad de esta superficie.
Lo mismo sucede con Eleusine, que alcanza 5 millones de hectáreas.
El Capín resistente ocupa 4,5 millones de hectáreas, siendo Santa Fe la de mayor superficie, seguida por Entre Ríos.
Por último, el Raigrás resistente a glifosato, afecta 2 millones de hectáreas, siendo Buenos Aires la que se lleva el 75% de esta área, seguida por Entre Ríos y Santa Fe.
Del relevamiento surge también la superposición de malezas que presentan algunos lotes. Por ejemplo, el 80% de los lotes cordobeses poseen Yuyo colorado resistente, mientras que el 36% posee Chlorídeas y el 34% Sorgo de Alepo resistente a glifosato, lo que muestra que hay lotes con 2 o 3 de estas malezas.
La conclusión es obvia y dura. “Las malezas resistentes y tolerantes lejos de ser una novedad ya están presentes en gran parte del área agrícola argentina y deberán hacerse grandes esfuerzos para convivir sin mayores pérdidas”.