A raíz de la propuesta que días atrás realizó una gran parte de la cadena de ganados y carnes al gobierno para instrumentar un aporte adicional del sector al Plan Argentina contra el Hambre (PACH), y que el Gobierno debe ahora analizar, el ganadero y propietario de las carnicerías Don Moisés, Carlos Federico Kohn, sugirió que los minoristas del sector puedan sumarse libremente a la iniciativa, ofreciendo carne con descuento a los beneficiarios de las nuevas tarjetas alimentarias.
El gobierno distribuirá en los próximos meses (espera tener la tarea lista en marzo), cerca de 1,5 millones de tarjetas donde se cargará dinero para que 2 millones de personas que sufren de una situación muy vulnerable puedan comprar alimentos básicos. En total el presupuesto anual para este programa será de 60 mil millones de pesos. Expertos del sector frigorífico creen que un 15% de esa suma podría destinarse a la compra de carne vacuna.
Kohn, en esta contexto, indicó que el gobierno debería analizar “una propuesta integradora para luchar contra el hambre desde las bases del sistema de carnes argentinas”. Y explicó: “el sector minorista de carnes argentinas es el que más ligado al pueblo está, ya que se calcula que entre un 60-70% de las ventas al mercado interno se realizan en carnicerías de barrio”.
“Habitualmente los carniceros cumplen un rol social en su pequeña comunidad, fían a la gente con necesidad y siempre están largando cortes de ofertas todas las semanas, también por una cuestión de demanda estacional de determinados cortes”, estableció el empresario.
En la propuesta elaborada hasta ahora por la cadena, que días atrás dio a conocer Bichos de Campo, se plantea la chance de colocar mensualmente en el mercado un volumen de entre 1 y 4 millones de kilos de carne (dependiendo del nivel de adhesión voluntaria del sector) con un descuento adicional de 100 pesos por kilo, para que los beneficiarios del PACH puedan comprar una mayor cantidad de carne con el mismo dinero. Pero este operativo ofrece una red de solo 200 carnicerías seleccionadas en zonas populosas, que además tengan la posibilidad de cobrar sus ventas con este tipo de tarjetas.
Para Kohn, en cambio, “una propuesta superadora sería llamar a inscripción vía página de AFIP a carnicerías de barrio para que reciban la tarjeta alimentaria, para vender 3 o 4 cuatro cortes a 100 pesos menos por kilo del precio habitual de mercado”. Es decir, lo que propone es que todos los carniceros que deseen ser solidarios puedan sumarse al plan y efcetuar sus propios descuentos, al menos en ciertos cortes. “En esta primera etapa propongo puchero especial, paleta , cuadrada y rost beef”, dijo el ganadero y carnicero con base en Tucumán.
En este esquema, “las carnicerías de barrio pueden vender una cantidad determinada a esos precios, lo que además serviría para traccionar la venta de otros cortes”.
Kohn cree que si se amplía el sistema se “genera una sinergia en toda la cadena y se logran ayudas en forma eficiente a los compatriotas que lo necesitan, sin necesidad de subsidios a la industria ni a nadie”.