Nieto de inmigrantes rusos que escapaban de la guerra, José Kirilinko vive tierra adentro y reparte sus días entre la docencia y la producción de té en la localidad misionera de Sierra de Oro Sección Novena, Campo Viera. Es un apasionado de ambas actividades. “Sarna con gusto no pica. Es el gusto de poder producir acá, y haber sido nacido y criado en el campo”, nos dice.
“Gracias a Dios mis padres me pudieron dar un estudio. A los 14 salí a hacer la escuela secundaria, y pude volver y dedicarme a lo que mi abuelo empezó y mi padre siguió. Yo continúo trabajando la tierra e incentivando a los chicos para que no pierdan la cultura del trabajo”, relató Kirilinko a Bichos de Campo. Sus abuelos llegaron al lugar “un año antes de que terminara la Primera Guerra Mundial, porque escapaban de la problemática de la guerra”.
Escuchá la entrevista completa realizada a José Kirilinko:
Kirilinko explicó que “antiguamente el té se sembraba con semillas, pero actualmente, con las nuevas tecnologías se está produciendo otro tipo de plantines a través de modo clonal, que produce mayor volumen. El té sembrado de semillas tiene más años de vida y genera una planta mas resistente; no así el té clonal, que tiene una menor resistencia”.
Una vez sembrada y germinada, Kirilinko describió que “la planta de té queda fija y no se vuelve a sembrar. Durante los meses en invierno, la planta queda inactiva y ahí se realizan las tareas de limpieza y poda, y su apogeo de producción es durante los meses del verano, cuando se lo cosecha, ya que el té necesita un clima húmedo y caluroso para su brotación”.
En cuanto al sistema comercial del té, Kirilinko dijo que “debido al clima puede variar su producción. Los días más frescos la planta no produce tanto. Pero por lo general, cada 35 a 40 días se realiza la cosecha, es decir, se sacan los brotes de té, se los lleva a una planta procesadora donde se los seca”.
El productor explicó que “una vez que el brote está justo, hay que sacarlo. Por eso no se puede retener su cosecha, porque a medida que pasan los días, el té va perdiendo calidad”. Y agregó que “Misiones produce el 90% del té de la Argentina, mientras que la provincia de Corrientes produce el 10% restante”. Las proporciones son muy parecidas en el caso de la yerba mate.
En referencia al precio, Kirilinko dijo que “es incierto, aunque fue fijado por el Gobierno (la provincia de Misiones creo una comisión especial junto a los sectores productivos) en 4,27 pesos por kilo de hoja verde de té”.
“Todavía las primeras cosechas no fueron cobradas, por ende no se sabe el precio exacto. Esperamos una variación hacia arriba porque sino estaremos complicados ya que la inflación y los precios de insumos están muy elevados”, expresó el colono.
La actividad docente de Kirilinko es tan valiosa como la de sus días como productor. Y tiene un plus, ya que José fomenta el arraigo de jóvenes para que no emigren a las grandes ciudades.
“Esta profesión la llevo bien adentro y como me pasó a mi, quiero que le pase a los chicos, de querer seguir acá para producir. En Misiones se producen infusiones pero no alimentos. Por eso se están aplicando políticas para cambiar eso y cuesta mucho. Cuesta cambiar la tradición de cultivar otras cosas. Para eso es clave trabajar con los chicos y adolescentes. La provincia por ejemplo, tiene una ley de huertas escolares, a través de la cual si cada institución educativa cuenta con el espacio, debe tener una huerta”, comentó.
Kirilinko, que trabaja en una escuela rural, destacó: “Llevé ese proyecto de huertas al municipio de Campo Viera donde estoy yo, pero todavía no me dieron el ok para llevarlo adelante, aunque el nuevo intendente electo lo vio con buenos ojos. Por eso el objetivo es el de integrar a las escuelas primarias y secundarias para llevarlo adelante”.
El objetivo de Kirilinko es poder trabajar con el proyecto en el resto de las escuelas rurales de la provincia. “En Misiones falta más empuje aunque las autoridades están haciendo el esfuerzo. Lamentablemente en el último tiempo esas escuelas fueron desfinanciadas a nivel nacional. Entonces, ojalá podamos darle más fuerza a estos proyectos para que los adolescentes no se vayan de sus chacras y se queden alentados pro proyectos de vida”, se lamentó.