-¿Por qué motivo el agro debería estar interesado en la reforma de la Ley de Glaciares que el gobierno envió al Congreso?
Esa fue la pregunta que desde Bichos de Campo le hicimos a Manuel Jaramillo, director ejecutivo de la Fundación Vida Silvestre Argentina. Esa ONG formó parte de un grupo de especialistas que alertó por el proyecto del Poder Ejecutivo que modifica la Ley 26.639 de presupuestos mínimos de protección ambiental de glaciares y ambiente periglacial. Sucedió el jueves en una reunión conjunta de las comisiones de Ambiente y Desarrollo Sostenible y de Minería, Energía y Combustibles del Senado. Allí, en un trámite exprés que llevó solo dos días, se logró dictamen a favor de la iniciativa oficial.

Nos explicó Jaramillo: “La ley de Glaciares vigente es una ley de presupuestos mínimos, cuyo objetivo es establecer el estándar sobre el cual deben conservarse los glaciares y el ambiente glaciar en todo el país. La modificación propuesta propone desvirtuar ese concepto de presupuestos mínimos, y dejar que cada provincia, bajo criterios que no se establecen, no se definen, no se aclaran, tenga la potestad de afectar o desafectar glaciares y ambientes periglaciarios de este inventario nacional que ha desarrollado el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA)”.
Suponemos nosotros: Obviamente está allí el interés del gobierno de Javier Milei y de cada provincia de modificar el mapa actual de glaciares para impulsar diferentes proyectos de la megaminería.
Prosigue el directivo de Vida Silvestre: “El IANIGLA tiene base en la provincia de Mendoza, pero que está compuesto por investigadores del CONICET de diferentes partes del país y sacarlo de escena permitiría una discrecionalidad, en la cual cada provincia podría, según su entender, afectar o desafectar glaciares y ambientes preglaces para entregar permisos mineros”.
Nosotros insistimos: ¿Qué le importa eso a los productores?

“Este desafectación del ambiente periglaciario podría afectar fuertemente el régimen hídrico, la calidad de agua, la cantidad de agua disponible aguas abajo, Es el agua que discurre en muchas provincias con un valor central y elemental para el desarrollo de la producción agrícola, y que en muchos casos trasciende las provincias donde el glaciar está situado”, nos explica el ambientalista.
“Entonces, la afectación potencial, diría yo alarmante, al sistema productivo argentino es que en pos del desarrollo de una actividad como la minera, necesaria y y de potencial desarrollo para el país, se puede afectar negativamente la actividad agrícola en zonas donde el agua es central para asegurar el desarrollo de las actividades, también centrales para el desarrollo del país”.
Opinamos nosotros que hay tufillo a que se retrocede en una ley ambiental en función de intereses muy claros de la minería. Es como si la ley estuviera escrita a favor de…

Manuel Jaramillo opina: “El proyecto de ley de modificación de la ley de glaciares no ha sido consultado al IANIGLA. Así lo expresó su directora en la audiencia pública que hubo en el Senado, Tampoco ha sido consultado al ambientalismo, y tiendo a pensar que tampoco ha sido consultado del sector agrícola, ya que no había representantes presentes en la Cámara”.
Remarca el directivo de Vida Silvestre: “Sí había en esa reunión dos representantes del sector minero, con lo cual también hay alguna suspicacia que podría hacer pensar que esta reforma del proyecto de ley de de Glaciares avanza a través de un proyecto que fue claramente consensuado con el sector minero, sin participación del resto de la sociedad y sin participación del sector agrícola, que también es un usuario genuino del recurso hídrico de las provincias para un verdadero desarrollo de país”.

¿Pero debería en serio preocuparse el agro por la defensa de glaciares que apenas ocupan el 0,23% del territorio nacional?
Contesta Jaramillo: “Los glaciares están afectados fuertemente por el cambio climático. Según el inventario de glaciares de IANIGLA, en los últimos nueve años se ha perdido el 17% de los cuerpos de hielo y el 23%de los manchones de nieve en la cordillera de los Andes. Esto alarma porque ante una reducción de precipitaciones, tanto de agua como de nieve, la falta de recarga de los glaciares está haciendo que nuestra reserva de agua disminuya”.

“Muchas provincias necesitan fuertemente del agua de deshielo para complementar el abastecimiento de agua para consumo humano y para consumo de las actividades agrícolas que que sustentan el desarrollo de las economías regionales en muchas partes de la cordillera. Es por eso que también es un punto de atención para el sector agrícola la necesidad de vincularse a la discusión de esta ley, de tratar de evitar que en pos del desarrollo de una actividad genuina y necesaria se afecte otra que también es genuina, necesaria, establecida y que promueve el desarrollo de Argentina”.
Las organizaciones que participaron de la reunión conjunta en el Senado fueron Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Aves Argentinas, Greenpeace Argentina, Círculo de Políticas Ambientales (CPA), Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAAA) y Fundación Vida Silvestre Argentina.
Pensamos nosotros: Hubiera sido lindo observar también allí a representantes de las entidades rurales.





