Desde Cerro Azul, a pocos kilómetros de la capital provincial, el ingeniero agrónomo Rodrigo Núñez Hinostroza encabeza junto a su socio Sebastián Koruniak el establecimiento Nukor & Cía Frutas Especiales, una iniciativa que busca posicionar a Misiones en el mapa nacional de la fruticultura tropical. Con la marca TierrHass, avanzan en la consolidación de un proyecto integral que combina vivero, producción, asesoramiento técnico y comercialización de este fruto en particular.
“Nuestro objetivo es desarrollar de manera integral el cultivo de Palta Hass en Misiones. Contamos con un vivero especializado en la producción de plantines de excelente calidad y, además, acompañamos a los productores con asistencia técnica. No solo vendemos plantas: somos productores de fruta, conocemos los desafíos y buscamos mejorar constantemente”, explica Núñez Hinostroza en diálogo con Bichos de Campo.

–¿Por qué impulsar el cultivo de la Palta Hass en Misiones?
–Más allá del entusiasmo personal por esta fruta, hay razones técnicas y comerciales para su desarrollo. Cuando comenzamos con este proyecto analizamos diferentes especies y variables como precios, tendencias, adaptabilidad y demanda. En el caso de la Palta Hass, los datos fueron contundentes: más del 80% del consumo nacional se abastece con producto importado. En 2011 se importaban 5.400 toneladas; en 2024 fueron 27.500 y en lo que va de 2025 ya se registran 38.000 toneladas. Eso muestra un crecimiento sostenido y una clara oportunidad de mercado.
Argentina consume hoy alrededor de 850 gramos per cápita, una cifra baja comparada con otros países donde el consumo supera los 2 kilos anuales y muy lejos de Chile (más de 8 kilos por persona).

“Creemos que el consumo de palta seguirá creciendo porque responde a nuevas tendencias alimentarias. No hubo campañas publicitarias que lo impulsaran, sino un cambio cultural hacia una dieta más saludable. Es una oportunidad concreta de negocio para el país y para nuestra provincia en particular, con un mercado en expansión”, sostiene Núñez Hinostroza, quien también es Magíster en Tecnología de los Alimentos.
La Palta Hass encuentra en Misiones condiciones propicias para su desarrollo por su clima subtropical y suelos ricos en materia orgánica. Sin embargo, para los artífices de Nukor & Cía, el desafío está en transformar ese potencial en un sistema productivo consolidado.

–¿En qué momento se encuentra el cultivo de palta en Misiones?
–Podríamos decir que estamos en un estado embrionario. Ya ocurrió la fecundación, ahora hay que dar las condiciones para que la semilla se desarrolle. Es momento de pasar del “Misiones tiene mucho potencial para…” a un sector frutícola que se desarrolle con visión técnica y una estrategia comercial.
Núñez Hinostroza considera que la palta puede ser un punto de inflexión para la fruticultura provincial: “Los productores que se animaron a invertir están viendo buenos resultados y eso genera entusiasmo. También, observamos un creciente interés de personas ajenas al agro que ven en la palta un negocio atractivo en términos de inversión. Este nuevo perfil de inversor, más abierto a la planificación técnica y económica, puede darle un impulso muy importante al sector”.

–¿La competencia con países consolidados no es una limitante?
–Más que una limitante, lo vemos como un desafío. Misiones tiene una ventana de producción estratégica, que va desde mayo hasta agosto. Además, con técnicas de cultivo y el uso de variedades como la Lamb-Hass, podríamos extender el período de cosecha. Si logramos posicionar la palta misionera en ese segmento, tendremos ventajas competitivas claras frente a frutas que vienen de Perú y Brasil.
El ingeniero remarca que la clave está en la organización y la planificación: “No se trata solo de plantar árboles. Este cultivo requiere conocimiento técnico, manejo agronómico, logística postcosecha y una estrategia comercial. Cada productor debe entender que no está produciendo frutas, sino construyendo un negocio rentable y sostenible”.

El trabajo de Nukor & Cía no se limita a la producción. En paralelo, Núñez Hinostroza impulsa la generación y sistematización de conocimiento adaptado a las condiciones locales. “Estamos probando diferentes portainjertos, evaluando aspectos nutricionales y monitoreando plagas y enfermedades. Si bien aún no hay grandes problemas, ya detectamos la presencia de Trips, ácaros y hongos de la familia Botryosphaeriaceae, entre otros”.
Toda esa información se comparte con los clientes del vivero como base de apoyo técnico. “Buscamos que cada productor pueda tomar decisiones con mayor seguridad, y al mismo tiempo, esa interacción nos permite retroalimentar el conocimiento e información. Cada parcela, cada chacra es una fuente de aprendizaje y datos”, agrega.
Más allá de la palta, el proyecto también incluye otras frutas tropicales. “Estamos trabajando con pitayas, la llamada Fruta del Dragón, una especie que tiene un enorme potencial comercial. Hemos evaluado distintos materiales durante cinco años y detectamos una preferencia del consumidor por algunas variedades de mayor dulzor. Las heladas históricas de junio nos obligaron a replantar, pero eso también aceleró nuestro proceso de mejora”, comenta el Ingeniero.
La comparación con productos importados refuerza la idea de diferenciación. “Las pitayas que llegan desde Ecuador tienen buena apariencia, pero bajo dulzor porque deben cosecharse antes de madurar lo que altera sus características organolépticas. En cambio, las de Misiones, al estar cerca de los mercados, pueden cosecharse en su punto justo. Esa es una ventaja competitiva natural que debemos aprovechar”, comparte Núñez Hinostroza.
Además de palta y pitaya, el equipo ha experimentado con maracuyá, ananá, mango, mamón y caqui, aunque por ahora el foco principal sigue siendo la consolidación de la cadena de valor de la palta. “Nuestro sueño es establecer una industria procesadora de frutas tropicales, para integrar toda la cadena: desde la producción hasta la industrialización”, anticipa.

–¿Cuáles son los próximos pasos del establecimiento?
–Queremos expandir la superficie de cultivo, aumentar la capacidad de nuestro vivero y desarrollar un sistema de cultivos protegidos. En lo referido a comercialización, estamos trabajando en estrategias de posicionamiento para que el consumidor identifique la fruta misionera por su calidad. Además, debemos tecnificar el galpón de empaque. Hoy clasificamos la fruta de manera muy artesanal, pero sabemos que el crecimiento en volumen requerirá más tecnología.
“Creemos que una fruticultura diferenciada puede convertirse en una alternativa sólida para la provincia. No solo para productores, sino también para inversores privados y para productores jóvenes que quieren quedarse en el campo, con propuestas innovadoras y diferenciadas”, sostiene el profesional.
“Es por acá” parece decir Núñez Hinostroza. En su visión, revela una Misiones frutícola que transforme su potencial en una cadena sólida dentro de su matriz productiva y en relación a cultivos tradicionales en la región. “La palta es más que una fruta de moda, es el punto de partida para construir un modelo productivo sostenible, con identidad, competitivo y con proyección nacional”, concluye .





