La producción de “huevos de gallinas felices”, como suele caracterizarse a aquellos planteos que no tienen a estas aves bajo confinamiento en jaulas, ha cobrado mayor relevancia en los últimos años, alcanzando incluso a importantes cadenas de comida como McDonald’s, Burger King y Subway.
De acuerdo con la ONG internacional Sinergia Animal, abocada a defender el bienestar animal, dos trabajos realizados en Argentina serían una pieza clave para derribar los mitos más comunes en torno a estar practica y demostrar que este tipo de manejo es seguro para los consumidores, además de viable a gran escala.
El primero se trata de un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en colaboración con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que relevó la producción de 30 establecimientos que no usan jaulas en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, con el objetivo de determinar potenciales riesgos sanitarios.
Los resultados arrojaron que no se detectó Salmonella ni en la cáscara ni en el contenido de los huevos, pero sí la presencia de Enterobacteriaceae, aunque dentro de los límites permitidos por la legislación vigente. Solo un 4% de las granjas evaluadas mostraron mayor presencia de esa bacteria, algo que, según dieron cuenta, se resolvería con un ajuste en las medidas de bioseguridad de los planteos productivos.
“Uno de los principales argumentos que suelen utilizar sectores de la industria avícola para intentar frenar la transición hacia sistemas libres de jaula es el supuesto mayor riesgo sanitario que estos implicarían. Sin embargo, estos datos contradicen esa creencia”, afirmaron desde Sinergia Animal.
Romina Viscarret, directora de aquella ONG, puntualizó en este sentido: “Ya no hay excusas para seguir defendiendo un sistema de jaulas en batería que mantiene a millones de animales en condiciones extremas e inadmisibles”.
Otro trabajo encarado por especialistas del INTA Las Breñas, en la provincia de Chaco, determinó que la implementación de buenas prácticas puede aumentar la productividad. Según señalaron, tras su aplicación “el porcentaje promedio de postura pasó del 76% al 88%, impactando de forma directa en la rentabilidad de las granjas”.
“En el sistema convencional de jaulas en batería, las gallinas pasan toda su vida en espacios tan reducidos que no pueden estirar completamente sus alas ni realizar comportamientos naturales como anidar, escarbar o darse baños de polvo, hábitos de suma importancia para esta especie en términos de calidad de vida. El sistema libre de jaulas elimina el confinamiento, permitiendo a las aves mayor libertad de movimiento dentro o fuera de galpones y condiciones que pueden mejorar significativamente su bienestar”, sostuvieron desde la ONG.
La producción con jaulas ya se encuentra prohibida en la Unión Europea, Canadá y Nueva Zelanda, así como en varios estados de Estados Unidos. Sin embargo, en Argentina la mayor parte de la actividad continúa realizándose bajo ese tipo de manejo.
Desde Sinergia Animal consideraron que, siendo este el segundo país en consumo de huevos per cápita del mundo, “Argentina tiene un rol fundamental en impactar de manera positiva en el sector productor de huevos”. Por tal motivo, realizaron un llamado a empresas importantes del rubro alimenticio –en particular a la cadena de comida rápida Mostaza- para sumarse a la transición que ya iniciaron otros competidores.
En 2022, esta ONG había informado que Café Martínez, Pampa gourmet, Green Eat, Tea Connection, la Brioche Dorée, Harper y Le Pain Quotidien, además de la cadena de supermercados Carrefour, ya habían dejado de consumir huevos de jaula.
“Argentina tiene hoy la oportunidad de unirse a una tendencia global que es segura, viable y cada vez más demandada por consumidores en todo el mundo. No se trata solo de mejorar las condiciones de vida de las aves, sino de alinearse con estándares de calidad y responsabilidad que ya son la norma en otros países”, finalizó Viscarret.