Aunque en la negociación entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) el bloque sudamericano arrancó pidiendo una cuota de 400 mil toneladas de carne vacuna y terminó obteniendo solo una cuarta parte de eso, con un cupo de 99 mil toneladas que pagarán bajos aranceles, los ganaderos europeos temen perder porciones del mercado y reclamaron a los políticos europeos que rechacen legislativo el pacto comercial. El lobby es bastante sucio y alude al riegso sanitario y ambiental de la producción ganadera de los cuatro países sudamericanos.
Los productores europeos de carne vacuna unieron fuerzas este lunes para exigir a la Eurocámara que rechace el acuerdo entre la UE y el Mercosur, por “los daños que va a provocar” al sector en el viejo continente. Según ellos, “el acceso al mercado europeo de más de 100.000 toneladas de carne de vacuno sudamericanas representa un peligro económico para el sector bovino y el mundo rural así como la salud de los consumidores europeos”.
La ganadería vacuna europea se concentra en Italia, España, Irlanda, Polonia y Francia. Desde allí las organizaciones ganaderas instaron este lunes al Parlamento Europeo y a los 28 Estados miembro de la UE a que se rechace el acuerdo comercial.
“Este acuerdo, que facilitará el acceso al mercado europeo de cerca de 100.000 toneladas adicionales de carne de vacuno sudamericana, representa un peligro económico para todo el sector ganadero europeo y para la salud de los consumidores europeos”, alertaron en un comunicado conjunto de asociaciones ganaderas de esos países.
Los ganaderos europeos critican también las “exigencias sanitarias, de trazabilidad y medioambientales menos estrictas” que se palican en los países sudamericanos. “Los recientes casos de fraude y de exportación de carne contaminada a Europa lo demuestran”, apuntaron con malicia, haciendo referencia a los escándalos que se produjeron en Brasil, el mayor exportador mundial de carne.
Para entrar en vigor, el texto debe aún ser ratificado por el Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales. De allí que los próximos meses serán de un intenso lobby para recortar las concesiones otorgadas por el ejecutivo comunitario. En el caso de la Argentina, además de una parte de la nueva cuota de 99 mil toneladas -todavía debe distribuirse entre los socios-, obtuvo la promesa de que las 29.500 toneladas de Cuota Hilton que ya exporta comenzarán a ingresar con arancel cero. Esto debería implicar un ingreso mayor de 70 millones de dólares anuales para sus frigoríficos exportadores.
La prensa europea se hizo eco de esta campaña lanzada por sus ganaderos, que tiene bastante mala leche sobre todo al hablar de problemas sanitarios. En rigor, los ganaderos europeos que se hicieron famosos por la aparición de la epidemia de la Vaca Loca hace unos años ahora advierten que sus pares del Mercosur producen el ganado “con sustancias prohibidas en Europa y en condiciones de producción poco o nada legisladas desde los puntos de vista medioambientales”. También empiezan a enrostrar que muchas de las tierras ganaderas del nuevo continente han sido producto de una acelerada deforestación.
“Nuestra agricultura, nuestros valores medioambientales y sociales son opuestos a los de Mercosur. La salud de nuestros consumidores está directamente afectada. Desde el punto de vista económico los ganaderos europeos no podrán hacer frente a este nuevo desafío en un contexto ya muy difícil consecuencia del efecto acumulativo de los acuerdos comerciales y de las incertidumbres ligadas al Brexit”, señalan desde Asoprovac, la asociación española.