El mercado mundial de carne vacuna sigue muy demandante y es cada vez más evidente la necesidad que tiene Estados Unidos de importar. Esto le generó un competidor de fuste a China y obligó a los importadores asiáticos a pagar más. Si bien venían comprando por debajo de la media, se espera que aumenten su demanda en la previa al año nuevo lunar.
De acuerdo con los datos publicados por el Australian Meat and Livestock, en el primer semestre del año Estados Unidos importó 913 mil toneladas de carne, un 31% más que en el mismo período del año pasado.
Y eso no es todo: Según las proyecciones del Departamento de Agricultura norteamericano (USDA) de ese mismo país, este año la cifra ascendería a 2,2 millones de toneladas, lo que significa el 20% del mercado mundial. Ahí es donde la industria frigorífica argentina pone el ojo.
Este incremento en las importaciones norteamericanas responde a la fuerte caída en su producción interna. El USDA estima un stock vacuno de 87 millones de cabezas, y eso marca una baja del 8% con relación a 2021.
Eso tiene su correlato en la producción de carne, que, respecto a ese mismo año, en 2025 descendería un 6%. Sus ventas al exterior, por ende, también están a la baja: La Federación de Exportadores de Carne de Estados Unidos informó que llegaron a 602.000 toneladas en el primer semestre del año contra las 643.000 registradas en ese mismo período en 2024. Es una caída del 6%.
En este escenario, Argentina puede sacar buena tajada, sobre todo tras la caída en las exportaciones a China, que, de acuerdo con Rosgan, podría seguir profundizándose los meses venideros por el ingreso de Brasil, otro jugador fuerte.
Pero, si aún así se vislumbra un buen panorama en el último tramo del año es porque la competencia de Estados Unidos le pone un piso a las intenciones bajistas de China y la obliga a pagar más aunque importe menos.
Si hoy China no logra presionar los precios a la baja es porque la potencia del norte paga más de 6000 dólares la tonelada de carne para industria, muy por encima de los que paga el gigante asiático, que ronda hoy entre los 5.200 y 5.500 dólares.
A la redirección de sus exportaciones hacia Estados Unidos, como lo ha hecho Uruguay, se suma que se vienen los meses de mayor demanda por parte de China, en los cuales los importadores se abastecen para cubrir el incremento de su población en los festejos del año nuevo lunar.
De acuerdo a un reciente informe del Rosgan elaborado por la consultora María Julia Aiassa, “los datos publicados por la Administración General de Aduanas de China (GASC) confirman que durante julio ingresaron a ese país 250.290 toneladas de carne vacuna, valuadas en 1.323 millones de dólares, lo que implica un aumento del 16,2 % en volumen y del 29,6 % en valor frente a igual mes de 2024. Se trata del volumen de ingresos más alto en lo que va del año y un 15,5 % superior al registrado en el mes previo”.
En tanto, agregan desde la entidad, “en el acumulado del año hasta julio, las importaciones de carne bovina suman cerca de 1,55 millones de toneladas por USD 7.973 millones, una caída del 6,1 % en volumen y una suba del 1 % en valor, producto de una mejora del 3,6 % en los precios pagados por tonelada importada”.