El 13 de agosto la Asociación Rural de Tierra Del Fuego albergó la presentación de un adelanto del documental que Sandra Ruiz Díaz, una ex docente de comunicación, arte y diseño, y gestora turístico cultural, realizó con mujeres rurales fueguinas.
“En el año 2020, Luego de charlar con diferentes Mujeres Rurales de Tierra Del Fuego, detecté que había un blanco patrimonial en todas las labores que ellas desarrollaron desde 1868 a la fecha. Si una busca la historia de las estancias en Tierra Del Fuego empieza referenciando la llegada de Thomas Bridge y lo que lo vincula con Estancia Harberton. Pero Thomas Bridge no caminó solo estas tierra; en uno de sus viajes a Inglaterra en busca de donaciones regresa de Harberton (Inglaterra) con quien fuera su esposa Mary Ann Varder, una joven maestra”, relata Sandra.
“Ella, en 1868 dejó atrás su país, su familia, relaciones y todo lo conocido por seguir a Thomas, con quien tuvo seis hijos; ella también construyó toda una vida, una historia que en gran parte desconocemos y llevó adelante una vida en un lugar totalmente inhóspito mientras él misionaba y ella criaba a sus hijos, a la espera del barco que traería de vuelta a su esposo de sus campañas”, señala.
“Así comenzó mi inquietud y mi investigación, la cual me llevó a realizar 15 entrevistas para hacer el rescate patrimonial de estos testimonios en primera persona y, reconozco, es una tarea que no tiene fin”, asegura.
“Tierra Del Fuego recibe hoy las bondades de la sexta generación de Mujeres Rurales íntimamente vinculadas a la ganadería, la agricultura, la economía circular, el turismo rural y la transmisión de saberes tanto en las tareas de la lana como también de su lucha para intentar mitigar la historia sobre la matanza de ovejas por perros asilvestrados o su papel durante la guerra de Malvinas”, detalla.
Sandra está emocionada y entusiasmada con este rescate y quiere compartirlo, hacer pública la existencia de mujeres que le transmitieron gran fortaleza, su amor y felicidad de ser mujeres rurales. Su recorrido comenzó con mujeres que en su mayoría son de Río Grande, aunque hay otras de Tolhuin y Ushuaia. Sí, bien algunas historias se remontan a 1868, comenzó a filmar en 2022 y terminó este año.
Concertar todas las entrevistas no fue fácil, pero fue respetuosa de los tiempos y de la comprensión que cada una fue dándole a su trabajo. Hizo dos filmaciones con cada protagonista, adentrándose en los interiores de su hábitat hogareño y tomando también su contexto en exteriores.
Movida por la convicción de que “la ruralidad tiene una antropología diferente. por lo menos en Tierra del Fuego, sin dejar de tener en cuenta que esta cuestión insular nos hace un poquito más particulares”, el trabajo surgió de un encuentro que Sandra tuvo con Cristina Goodall, tataranieta de Thomas Bridges, y heredera del espíritu emprendedor y curioso de quienes fueran su abuela Clarita y su madre Pits, Stefanie B. J. M. Weidner – Bohnenberger.

“Cristina es el alma de la Estancia Viamonte y de Quinta Pionera, en Río Grande. La misma fue fundada en 1902, ante el pedido de protección de los Selknam, por los hijos del Reverendo Thomas Bridges, el primer europeo en asentarse en Tierra del Fuego”, relata Sandra.
Cristina, llevó su impronta a Tierra del Fuego luego de cursar y terminar en la universidad Economía Agraria, y haber hecho unos años de bellas artes. Ella le aportó a los fardos de la lana que se obtiene de las ovejas del lugar, un sello que fue generado, entre otros programas, con PROLANA y que cumplió la función de identificar el producto y su trazabilidad “porque, como dice Cristina, Tierra del Fuego siempre fue de punta en lo que es lanas, por que la escala lo permitía”, recuerda Ruiz Díaz.
“Me llamó la atención ese sello. Vos ves esa etiqueta y sabés que esa lana viene de Tierra del Fuego, que es de tal raza de oveja, su pureza, sus micrones, etc. por eso le pedí a Cristina poder contar su trabajo, porque nadie lo sabe”, reflexiona.

El listado de mujeres entrevistadas se fue configurando en cada conversación, en cada entrevista en la que ellas se iban entusiasmando y recordaban la historia de otra que era digna de destacarse y se la fueron compartiendo a Sandra.
“Cristina, referenció a María Laura Caffarena, una mujer rural que cuando falleció su padre, a sus 19 años y siendo hija única, se hizo cargo de la estancia. Tomó las riendas sin dudarlo porque aprendió de su padre el amor a ese trabajo y no tuvo miedo. Su madre y la gente de la estancia la acompañaron”.
Así se fueron encadenando los nombres”, relata y también revela: “a sus 105 años entrevisté también a Zdrinka Mímica Coca Bilbao, quien fue la esposa del primer gobernador fueguino. Un año después falleció y me parece valiosísimo poder compartirlo”.

Hace 30 años, Tierra del Fuego vivió una de las nevadas más intensas, que duró tres meses de junio a septiembre. Ese hecho histórico también marcó a estas mujeres. “En aquel año tristemente histórico para la zona rural, en la zona norte el hombre tenía que tratar de preservar y alimentar a los animales para que no murieran bajo la nieve. Las máquinas y los trabajos humanos no daban a basto para abrir o limpiar caminos, teníamos 1,50 metros de nieve y en algunas estancias los voladeros por el viento producían paredes de 3 metros de altura de nieve”.
“Hubo un momento que ya no se pudo más, sólo esperar a que se deshiele todo para juntar las pérdidas. Mientras tanto, las mujeres estaban en sus casas como siempre, pero esta vez sin poder hacer labores de campo y con sus hijos sin ir a la escuela, conteniendo en silencio”, relata Sandra.
“Una de ellas me dijo ‘yo sentí que fui el amortiguador de mi familia, tratando de solucionar lo insolucionable, desde el 22 de junio que empezaron las nevadas hasta septiembre que terminaron, con un sistema familiar totalmente trastocado, adelgacé 8 kilos’”, recuerda.

Este recorrido por las historias de las fueguinas culmina con una mujer camionera que vive en Tolhuin; “Sandra Thomas quien hace 30 que maneja camiones, es técnica superior forestal pero prefirió acompañar a su esposo en la empresa y aserradero familiar que lidera. Su tarea es cargar y llevar troncos largos que van para los postes del alambrado de estancias o leña a los centros invernales en época de invierno. Comenzó con 22 años y hoy es referenciada con mucho respeto como ‘la camionera de Tolhuin’. Aquí nuevamente aparece la matriz productiva socioafectiva por su persona primero y por el respeto a su pesado trabajo”, adelanta.

El proyecto audiovisual cuenta con el acompañamiento de Tante Sara, como productor asociado, de ICSE de la Universidad de Tierra del Fuego, y tiene un marco originario en el Fondo Nacional de las Artes, ya que inicialmente surgió como la idea de un foto-libro para retratar a estas mujeres. Sucedió que, al conocerlas e intercambiar con ellas, Sandra supo que el material podía ser mucho más rico y apto para distintas plataformas.
Sobre los temas que rondan a las mujeres rurales fueguinas, yendo en retrospectiva, piensa en “la barrera sanitaria, tema tan difícil por estos días y donde Lucila Apollinaire, como presidente de la Asociación rural del Tierra del Fuego, participa y trabaja activamente junto a otras 2 mujeres patagónicas, para la derogación de la resolución que abrió el ingreso de carne con hueso a las provincias del sur del país”.
“Aún afrontan el tema de los perros asilvestrados que siguen siendo un problema tal que muchas estancias pasaron del ovino al vacuno, cercenando la labor de muchas de ellas. En el norte de la zona norte de la provincia hay una Estancia que se dedica a la cría de perros protectores, otra labor de amorosidad que intenta por todos los medios aportar en la detención de este flagelo de la identidad rural”, repasa.
“También hay historias pegadas a Las Malvinas, a los soldados que han estado en los galpones de esquila o apostados en la Ruta 3 para solicitar documentos a quienes circulaban, algunos sin guantes viniendo del norte argentino a un clima tan hostil”.
Al consultarles cómo definirían el perfil de una mujer rural, ellas destacaron la fortaleza. Por poder atravesar la soledad que se da en determinados momentos.
“Cuando los hijos crecen, los padres se quedan en el campo y ellas van a la ciudad con sus hijos a la escuela, y los fines de semana vuelven al campo. Yo digo que las mujeres rurales de Tierra del Fuego -y con esto no quiero decir que no lo sean las del resto del país-son las creadoras de la matriz productiva y socioafectiva de toda la provincia”, remarca la investigadora.

Explica que “de esa socio-afectividad que ellas le pusieron al hacer surgieron cosas importantes para los demás. Como en el caso de Silvia Marina Iparraguirre O’Byrne que, si bien su esposo se hizo cargo de estancia Cullen por el fallecimiento de su padre, ella siendo maestra, propuso la creación de una escuela para los hijos de los puesteros y de los gendarmes de San Sebastián. La Estancia puso el edificio y ella y todos los padres pusieron el trabajo de la creación”.
“O Annie Luna, quien ahora tiene 78 años, pero que al igual que María Laura se hace cargo de la Estancia. Rolito cuando falleció su padre y decía que, en esa época, había que ser fuerte, porque la ruralidad era un mundo de hombres y tuvo que pagar derecho de piso”, añade.

Suma que “la historia de Margarita Maldonado es sumamente significativa por la conformación de nuestra realidad como ciudad. Su madre, Herminia Vera Illioyen Alkan, perteneciente al ancestral pueblo Selk´nam-Haus nació en la Estancia Viamonte; un lugar al que siempre quiso volver y le dijeron que no existía más, que se había quemado”.
“Pero más tarde Margarita supo que no fue así y Adrian Goodall, actual administrador, le permitió visitarla y ella vuelve cuando quiere. De hecho la entrevista se la hicimos ahí en la casa donde nació su mamá. Margarita, con sus obras y trabajos en escuelas, mantiene viva la cultura Selk’nam, pero con la historia de su madre, su historia y vínculo, mutuamente afectivo, con la familia Goodall nos enseña en primera persona”.
“También entrevistamos a productoras huerteras. Si bien el fuerte de la producción es ganadera, la agrícola es fuerte con las limitaciones que tiene el clima; se protege mucho en invernadero y los cambios de estrategias y tecnologías certificadas son fundamentales en determinadas estancias; de hecho Harberton y Viamonte son quintas que tienen más de 150 años y diversidad de cultivos todos de altísima calidad”, revela Sandra de este trabajo en el que ha dejado toda su pasión.