Luego de la fallida licitación de la concesión del servicio de dragado de la Hidrovía del Paraná, el titular de la Agencia Nacional de Puertos, Iñaki Arreseygor, procedió a organizar encuentros orientados a consensuar las bases de un nuevo pliego licitatorio.
En ese marco, este martes se llevó a cabo en la sede de la Bolsa de Comercio de Rosario la primera “Mesa de Diálogo Interdisciplinaria para el Desarrollo Fluvial de la Vía Navegable Troncal”, en la cual se hizo una primera aproximación al tema sin profundizar demasiado en las cuestiones centrales.
El factor común es que tanto los representantes de los gobernadores como los actores del sector agroindustrial apoyaron la política de desregulación del transporte fluvial implementada por el gobierno nacional, dado que se considera un paso esencial para mejorar la logística granaria argentina.
“La desregulación en materia de cabotaje nos parece una buena medida, ya que va a permitir mayor actividad fluvial”, apuntó Gustavo Puccini, ministro de Desarrollo Productivo de la provincia de de Santa Fe
En tanto, el fiscal de Estado de Entre Ríos, Julio Rodríguez Signes, dijo que la provincia pretende que el servicio de dragado se extienda hacia el margen entrerriano, lo que encarecería el costo de la operación y, por lo tanto, generaría la necesidad de abonar un peaje superior.
“Pretendemos una profundidad de 34 pies para el tramo comprendido entre los ríos Paraná Guazú y Paraná Bravo, donde se encuentran localizados los puertos entrerrianos”, señaló el funcionario de Entre Ríos.
“La Hidrovía, especialmente en el tramo inferior del Paraná, debe contar con doble acceso y circulación a través del canal Martín García, el Paraná Bravo y el Paraná Guazú hasta la bifurcación, y desde allí continuar”, añadió.
Otro aspecto tratado fue la necesidad de implementar un sistema de señalización y balizamiento moderno que sea acorde a los requerimientos de navegación de las barcazas que atraviesa el sector superior de la Hidrovía (tramo Puerto de Santa Fe-Confluencia).
Tanto el río, como la navegación, tienen características completamente distintas en el tramo inferior y superior de la Hidrovía del Paraná, lo que no se tuvo en cuenta al momento de definir los requerimientos de señalización y balizamiento de la actual concesión en el sector empleado por las barcazas, que resulta crítico para el abastecimiento de soja paraguaya por parte de la industria aceitera argentina, además de presentar un potencial logístico importante para la soja proveniente del norte argentino.
En la reunión no se abordaron de manera profunda los dos principales aspectos de la nueva licitación, uno de los cuales es el plan de obras para incrementar el dragado y permitir así el ingreso de buques de gran porte para poder –gracias a la economía de escala– reducir el costo logístico de las exportaciones e importaciones agroindustriales. El segundo factor, asociado al primero, es que las obras tengan, además de una ejecución efectiva, un costo razonable que permita ser abonado con el pago de un peaje que pueda ser afrontado por los usuarios finales.
La confección de un pliego adecuado, con los requerimientos técnicos correctamente definidos, debería ser el resultado de los próximos encuentros deña “Mesa de Diálogo Interdisciplinaria para el Desarrollo Fluvial de la Vía Navegable Troncal”.