Se alinearon los planetas y los diferentes eslabones de la producción ganadera pasan por un buen momento. Pese a que Expoagro 2025 tiene una sección ganadera, esencialmente dedicada a los remates a distancia, la situación trasciende las calles de la muestra.
Es que los criadores recibieron lluvias y a pesar de la suba de costos logran buenos niveles de precios por la venta de terneros en plena zafra, momento en el cual los valores tienden a tranquilizarse. Por los lotes de machos se pagan 3.300 a 3.500 pesos, los mixtos entre 3.200 y 3.300 pesos, y por las terneras entre 3.100 y 3.300 pesos. Son valores muy buenos medidos en dólares, pero eso por sí solo no dice nada ya que también los costos aumentaron.
De todos modos, consignatarios y analistas del sector coinciden en que la situación de la cría es buena. Sostienen que hay rentabilidad y que gracias a las lluvias, que en las últimas semanas causaron más de un dolor de cabeza, se entrará en buenas condiciones forrajeras al invierno. Eso permitirá además que no haya un “efecto puerta 12” en la comercialización de terneros.
La recría también está despertando tras la seca del verano. La demanda de terneros para el engorde a pasto es alta y eso se refleja en los altos precios de la invernada. Además, los kilos que se suman en ese proceso tienen un costo menor al del engorde a corral.
Por su parte los feedloteros, último eslabón de esta cadena, atraviesan un buen momento lo que se refleja en los indicadores sectoriales.
La Cámara de Feedlot difundió su informe mensual en el que se destaca un crecimiento del nivel de encierra de más de 2% respecto del dato de febrero. Eso es normal teniendo en cuenta la mayor oferta estacional de hacienda para llevar a los corrales de terminación.
Lo que se destaca en el documento es el incremento del margen bruto de la actividad que ya había mejorado el mes pasado. Según las cuentas de los engordadores a corral, el margen bruto por animal se elevó a 86.000 pesos, lo que significa una rentabilidad antes de impuestos de 5% (y más también). El cálculo está en hecho con un valor de venta de 3.200 pesos por kilo vivo de una animal de 360 kilos, que cuesta nada menos de 1,15 millón de pesos.
Cuanto se le carga al resultado de la actividad, el pago de los impuestos y el costo financiero de la inversión, la rentabilidad neta se reduce a 3%. Pero es igualmente positiva, lo que no siempre sucede.
La clave de esa rentabilidad, en este caso, no está dada por el diferencial de compra–venta sino por los precios del maíz. Con un kilo de novillito de 3200 pesos se pueden comprar 16 kilos de maíz, bien por encima del promedio histórico a parte del cual se considera que resulta conveniente, y que ronda los 10/11 kilos. En efecto, para hacer un kilo de novillito se requieren de 10 kilos de alimento (7 si se le resta la humedad que contiene).
Pese a esta panorama positivo, los datos de la vacunación contra la aftosa indican una nueva reducción del stock ganadero, pero las condiciones climáticas y económicas de la cría, recría y engorde son buenas. Está todo dado para que la producción ganadera de una salto, para que comience a crecer.
Las lluvias calmaron la necesidad de agua, favorecieron el rebrote de pasturas, lo que va ayudar a recuperar a las vacas post destete. Además, hay buenos precios por los terneros.
Al respecto, Alfonso Bustillo, presidente de las Asociación Argentina de Angus, dijo: “Los valores de los terneros son muy buenos en pesos, en dólares y en relación a los insumos, que es lo que en verdad hay que mirar”.
Según el criador, “se acabó la época en la que la inflación o la financiación a tasas negativas licuaban costos o ineficiencias. Ahora hay que producir y bien, con buena nutrición y buenas praderas, si lo hacemos así, el futuro es promisorio”.
Bustillo cree que esto sienta las bases para que la ganadería crezca: “Tenemos un rodeo y un índice de destete estancado de menos de 70%. Con mejorar 5 puntos tendremos 1 millón de terneros más. La producción de carne sigue en 3 millones de kilos. Si mejoramos en cantidad de terneros y en peso de faena (para lo que se requiere de más recría), tendremos más carne. Eso puede hacer ya que se redujo el costo financiero por inmovilizar capital en la inversión pecuaria”.
Con respecto al valor de los insumos, el consultor Diego Ponti, de AZ Group, indicó: “El precio del ternero se viene recomponiendo y la relación con los insumos dolarizados, que son los que además favorecen el agregado de kilos, es positiva”.
Por kilo de ternero de 170 a 180 kilos se paga 3400 a 3500 pesos. El analista destacó que “se requiere 15% menos de kilos de carne para hacer un verdeo, avena o pastura para la recría respecto del promedio a marzo de los últimos 5 años. Además se necesita 20/25% menos de maíz y de concentrado proteico”.
Ponti fue contundente: “Mejoró mucho el poder de compra de los insumos necesarios para sumarle kilos a la hacienda a campo y en la terminación con grano”.
Donde las cuentas no dan tan bien es con respecto a los costos de estructura. “La maquinaria está cara. Aunque haya buena financiación en dólares está en valores altos. También el alambrado, los salarios y el combustible. En ese casos las relaciones de precios dan un empate”, señaló el consultor.
El panorama en la cría es otro: “Al cierre de febrero nos da un margen bruto de 38.000 pesos por hectárea, en campo de Cuenca del Salado, de características medias. Es decir, con una carga de 0,7 vientres por hectárea, con un destete de 75% por el que se paga un alquiler de 70 kilos de novillo y produce 112 de carne anuales”.