La Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén emitió un comunicado en el que mostró la preocupación del sector por la crisis que atraviesa desde hace tiempo, producto de un aumento en los costos de la actividad y una baja cotización de la fruta.
“Por los factores económicos que hoy nos toca franquear, por altos costos internos y valores de liquidación bajos para la fruta, no se permitirán solventar la cosecha de esta temporada y menos cumplir con todas las tareas culturales del año que esta actividad realiza”, señalaron, al tiempo que pidieron por ayuda gubernamental.
“Si queremos competir globalmente necesitamos las mismas reglas económicas que el resto del mundo. Es imposible poder producir con la presión impositiva que tiene nuestra actividad, todos nuestros costos aumentaron en dólares y a comparación de la temporada pasada, el valor de la fruta no tuvo variación en sus precios. Con estos valores se hace muy difícil cosechar todas las variedades de frutas que producimos. Eso va a afectar no solo a los productores, sino también a todo el personal que trabaja en nuestra actividad, reduciendo significativamente la ocupación de mano de obra en cosecha”, sostuvieron a continuación.
El reclamo se da en medio de denuncias de varias cargas de peras remanentes de la temporada anterior que han sido descartadas por parte de empresas del rubro, ya que que no pudieron ser colocadas en el mercado de consumo ni en la industria por su bajo precio.
Según publicó el medio Más Producción, “el stock de peras de frío (al cierre de octubre) estaba en ese momento en 49.000 toneladas. Un acopio que estuvo por encima del 70% de lo habitual cuando se lo compara con los promedios de las últimas cinco temporadas (2019-2023)”.
Ese excedente, que representaría unos 2.000 camiones de fruta, habría sido descartado en las mismas chacras, mientras que un porcentaje menor habría sido colocado en las jugueras por cifras mínimas como 7 centavos de dólar por kilo.
Esta versión fue negada por Nicolás Sánchez, presidente de la Cámara de Fruticultores Integrados (CAFI. En conversación con Bichos de Campo, el empresario dijo que 2024 “fue un año de mayor producción, con un mercado interno retraído en consumo y con un Brasil con un segundo semestre complicado por la devaluación que tuvo del 50%. Hay parte de ese mayor volumen de fruta que no se pudo colocar por cuestiones de los mercados. ¿Es algo para siempre? No. Que no se puede vender pera Williams este año es algo falso. Me parece que es una irresponsabilidad”.
Pero aún con este tironeo de fondo, los productores del Alto Valle remarcaron que el problema principal es la suba de sus costos. Por lo tanto, comenzó la presión a las autoridades nacionales para que dispongan una nueva prorroga de la ley de emergencia frutícola, que va postergando el pago de aportes patronales por parte de los productores.
“La incidencia en el costo de producción de la ocupación mano de obra se estima en un 65%, contemplando que por cada dos empleados que utiliza la actividad. Tenemos un costo en aportes patronales al estado equivalente de un empleado, de esta manera se conforma un socio que cobra, pero que no invierte en la actividad”, señalaron.
Y concluyeron: “Sabemos que son momentos difíciles para la economía, pero sin el acompañamiento a esta actividad en el corto plazo nos va a afectar a todos en general, y a los pequeños y medianos productores en especial. Por conclusión menos trabajo, menos consumo y mayor quebranto de todas las economías de la región. Sin la actividad primaria no hay base de la vida económica activa de la sociedad”.