La Cámara de la Industria y Comercio de Carne de la República Argentina (Ciccra) relevó en su reciente informe económico de abril que el consumo de carne vacuna se ubicó en menos de 50 kilos por habitante para el primer trimestre del 2019 (49,6 kg/hab/año), resultando 13,4% menor al consumo del primer trimestre de 2018.
En un repaso por las estadísticas desde 1990, en 2002- post devaluación del 400% producto de la crisis de 2001- el consumo vacuno había caído a 58 kilos por habitante por año. La situación actual, con menos de 50 kilos anuales por habitante, es peor a la que se produjo en aquel nomento.
La diferencia es que, según datos oficiales, en el primer bimestre de 2019 el consumo de carne de pollo había subido a 44 kilos anuales por habitante, versus 39 kilos anuales per cápita registrados en el mismo período de 2018, lo que demuestra que parte de la carne vacuna que no se está consumiendo está pasando al consumo de carne aviar.
Esto mismo es lo que dijo el presidente de la Cámara de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), Roberto Domenech, cuando aseguró que “este año podemos esperar un consumo de 47 a 48 kilos de carne aviar por habitante por año”.
Si analizamos lo que ocurre con la carne porcina, en el primer bimestre de 2019, el consumo se ubicó por encima de 14 kilos anuales per cápita, lo que implica que estuvo 3,8% arriba de lo consumido en el primer bimestre de 2018.
En el acumulado, el consumo de todas las carnes- bovina, aviar y porcina-, da unos 108 kilos por habitante por año, lo cual es un nivel comparable al de muchos países desarrollados.
En cuanto a la faena total vacuna para el primer trimestre de 2019, Ciccra indicó que “la industria frigorífica faenó 3,097 millones de cabezas, es decir 5,8% menos que en el primer trimestre de 2018”.