Al cierre de 2024, la faena de vacunos alcanzaría las 13,5/13,8 millones de cabezas, lo que se traducirá en una producción alta de carne, muy parecida a la del 2023, que rondaría las 3,2 millones de toneladas.
Ese alto nivel de actividad compensó la importante suba de costos que tuvo la industria cárnica en rubros como energía eléctrica, combustibles y salarios.
Pero Daniel Urcía, de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (FIFRA), dijo que a pesar de que la producción de carne fue alta “el sector termina el año sin rentabilidad” y con perspectiva para el negocio que generan creciente preocupación.
Para el 2025 se prevé una menor oferta de ganado para la faena, porque las lluvias de esta primavera mejoraron notablemente el estado de los campos y por lo tanto se espera que los productores retengan vientres ara recomponer sus stocks y sobre todo que apuesten por las recrías.
Eso reduciría la participación de los feedlots en el negocio y por lo tanto durante el primer semestre la oferta de ganado sería menor a la de este año, lo que derivaría en mayores precios por la hacienda.
Ese escenario, previsto por Urcía y la mayoría de los analistas, es bueno para el ganadero y para la cadena, pero tendrá un efecto alcista inevitable en los precios de la hacienda. Esta situación, a su vez, incrementará más los costos de industrias y matarifes y está por verse si el consumo convalida esos posibles incrementos. Si los rechaza, el problema lo tendrán los frigoríficos, ya que la menor oferta hará inevitable la competencia de la demanda.
A todo esto, la crisis en el precio de los subproductos de la faena es profunda y no se perciben ingresos significativos por la venta de cueros, sebos, huesos y menudencias lo que obliga a cobrar por el servicio de faena.
Ante este panorama, Urcía indicó que si bien fueron positivas las medidas para el sector que tomó el gobierno y que significaron la quita de trabas burocráticas e impositivas, se requieren de otras de efecto inmediato y de impacto en el mediano plazo.
El titular de FIFRA dijo: “Consideramos que es urgente la eliminación total de los derechos de exportación para todas las carnes y sus subproductos para que, de esa manera, se reciba de manera inmediata el beneficio en todos los operadores”. Todavía pesan sobre las exportaciones retenciones de 6,75% por la carne de novillo y otras categorías que no son las vacas, las únicas que redujeron el tributo a 0%.
El industrial además pidió que las autoridades nacionales agudicen los controles en la informalidad. Según indicó, este fenómeno se está incrementando y resta competitividad a los que cumplen con la legislación comercial, sanitaria y fiscal.
“El control de la marginalidad, la competencia desleal, la verificación de cumplimiento de las obligaciones previsionales, laborales, impositivas y sanitarias en verdadero tiempo real será vital para cuidar a las empresas cumplidoras y sostener el empleo formal”, aseguró el directivo de FIFRA.
Urcía agregó que hay otras medidas pendientes y entre ellas destacó el “proyecto presentado por el Juan Pazo en el marco de la Conferencia Industrial organizada por UIA, que contempla beneficios para la inversión, amortización acelerada y cambios de criterio en la valuación ganadera son una excelente iniciativa que debe ingresar al Congreso y tratarse de manera urgente por los diputados y senadores”.
Finalmente concluyó: ”Tenemos por delante un año muy difícil, todo el ordenamiento de variables macro económico que logró el equipo de Gobierno se debe consolidar y, a la par, se debe buscar la forma de ser competitivos en materia productiva”.