El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) decidió que -como ya hizo la ex AFIP- compartirá la información sanitaria de los productores que así lo soliciten con plataformas de certificación y trazabilidad del tipo del Visec, la iniciativa de los exportadores de granos y soja para poder cumplir con las nuevas exigencias de la Unión Europea (UE) en materia de deforestación, ahora prorrogadas hasta 2026.
Mediante la Resolución 1332/2024, firmada por su titular Pablo Cortese, el organismo sanitario se alineó con las directivas que parten del secretario de Coordinación Productiva, Juan Pazo, quien armó primero un registro de plataformas estilo Visec, llamado pomposamente “Directorio de Esquemas de Diferenciación Agroindustriales” y luego habilitó que los organismos nacionales que reúnen información confidencial sobre los productores lo puedan ceder a este tipo de iniciativas, previo acuerdo de cada individuo o empresa.
Esta fue la fórmula que encontró Economía luego de que la AFIP (ahora rebautizada ARCA) se cortara sola primero y aceptara ceder la información contenida en el SISA al Visec, que es administrado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y es empujada por entidades exportadoras de granos y carne (Ciara-CEC y el Consorcio ABC) como fórmula para poder cumplir con el Reglamento UE 1115, que es el que establece que ese bloque no importará ni soja, ni madera, ni carne de países que no puedan demostrar que esos productos han surgido de un campo que no fue deforestado luego de 2020.
Pero si el SISA de AFIP cubría la información de los productores de soja que todos los años deben declarar su producción de granos en los predios que manejan, y que a su vez deben estar perfectamente georreferenciados, al sistema la faltaba la pata ganadera. Es la que se apunta a cubrir ahora con esta resolución de Senasa, ya que el organismo exige obligatoriamente desde 2014 “la obligatoriedad de la inscripción en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) para todos los productores pecuarios del país con independencia de la cantidad de animales que posean, y para todos los productores agrícolas de frutas, hortalizas y material de propagación; de plantas ornamentales, aromáticas, florales, industriales y forestales; productores de oleaginosas, cereales y otras no especificadas anteriormente, independientemente del título por el cual detentan la tierra en que desarrollan su actividad y cualquiera sea el sistema de producción utilizado”.
Es decir que la base de datos de Senasa sobre los productores primarios es mucho más abarcativa que la del SISA. Ahora tanto Visec como las plataformas similares que se instalen para cumplir tanto la exigencia de los europeos como otras imposiciones de mercado podrán valerse de esa información, previo claro haya una autorización de los propios productores.
El propio Cortese reconoce que detrás de esta decisión de habilitar el acceso al RENSPA está la presión de los europeos: “El Reglamento (UE) 2023/1115 del 31 de mayo de 2023 establece como obligación para los operadores y comerciantes, en forma previa a la introducción de los productos en la UE, la presentación de una declaración de diligencia debida que certifique que estén libres de deforestación y hayan sido producidos conforme la legislación del país de producción”, dicen los considerandos de esta resolución.
El Senasa recordó que el 1 de octubre de 2024, la Secretaría de Agricultura creó el Directorio de Esquemas de Diferenciación Agroindustriales, y que eso habilitó “el acceso a distintas fuentes de información pública para dar cumplimiento a estándares y/o regulaciones internacionales, facilitando el proceso exportador”.
“La adecuación de la normativa nacional a las exigencias de los mercados internacionales posibilita no solo mantener las exportaciones de productos nacionales, sino que incentiva la apertura de nuevos destinos de exportación”, consideró ingenuamente el organismo sanitario, que todos los días debe lidiar con una serie de medidas paraarancelarias que demuestran que nada asegura el éxito exportador en un mundo lleno de chicanas comerciales, especialmente desde bloques como la UE.
Como sea, el organismo sanitario resolvió que “los productores inscriptos en el RENSPA que opten por compartir con alguna de las personas jurídicas inscriptas en el Directorio de Esquemas de Diferenciación Agroindustriales la información productiva obrante ante el Senasa” podrán elegir a través de los servicios digitales del organismo la la opción “Compartir datos” y seleccionar la persona jurídica con la cual desean compartirlos.
“Mediante esa operación se compartirá la información referida a los polígonos de los lotes declarados bajo producción, con su respectivo número de RENSPA”, aclara la norma. Es ese el dato central que le interesa al Visec, pues los polígonos son los límites de cada campo, y con ellos se puede determinar -cruzando esa información con una serie de imágenes satelitales- si cada predio sufrió algún proceso de deforestación, como exigen los europeos.