Hay una creciente preocupación en sector ganadero, en especial el segmento del engorde a corral, ya que en el tren de abonar la tendencia hacia una producción más sustentable, diferentes estados provinciales están pensando en incluir controles e incluso exigir para la habilitación de establecimientos, mediciones de calidad de aire.
Principalmente Buenos Aires hizo punta en esto, ya que diferentes productores aseguran que en las últimas semanas recibieron visitas de inspectores del Ministerio de Ambiente, quienes además de los controles habituales en los feedlots, anticiparon que se viene un nuevo requisito excluyente para la producción de encierre a corral, con el objetivo de reducir la contaminación.
En esta provincia se concentra casi el 30% de los feedlots de Argentina, siendo la primera en la lista de establecimientos, con más de 310 registrados.
Los establecimientos de feedlots están regulados en Buenos Aires bajo un marco normativo específico. La Ley 14.867 establece los requisitos para la habilitación y funcionamiento de los feedlots, cuya autoridad de aplicación es el Ministerio de Desarrollo Agrario.
En ese marco, tanto el Ministerio de Desarrollo Agrario, el Ministerio de Ambiente y la Autoridad del Agua (ADA), son quienes de manera conjunta trabajan en la reglamentación de la ley, que en su artículo 5, indica que para poder ser habilitados, los feedlots deben contar con una Declaración de Impacto Ambiental, la cual es emitida por el Ministerio de Ambiente. Además, para cumplir con la normativa vigente, los feedlots deben obtener la Licencia de Emisiones Gaseosas a la Atmósfera (LEGA) presentando una declaración jurada, trámite que no es exclusivo de la actividad ganadera.
En cuanto a estas emisiones, el monitoreo de la calidad del aire contempla la medición de amoníaco, sulfuro de hidrógeno, monometilamina, dimetilamina y material particulado en suspensión (PM10).
Para obtener la LEGA, los establecimientos gamaderos, como de otras actividades, deben presentar estudios de monitoreo que cumplan con las normativas establecidas en la Resolución 41/14. Estos estudios requieren, al menos, tres estaciones de monitoreo para evaluar las condiciones en diferentes puntos del predio, y deben considerar las condiciones meteorológicas y la dirección del viento, además de realizar mediciones en momentos de máxima actividad estacional del feedlot.
En ese sentido, desde la Cámara Argentina del Feedlot, su presidente Fernando Storni, manifestó respecto a esto que ya se están haciendo estudios para evaluar el impacto de la actividad en la calidad de aire. “Estamos empezando a trabajar en el control de la calidad del aire, pero muchos de los requisitos son costosos y difíciles de implementar”, mencionó Storni a Bichos de Campo.
En un camino hacia la sustentabilidad de la actividad, son muchas las acciones que los ganaderos vienen llevando a cabo, en su mayoría, para minimizar el impacto de la actividad, como manejo eficiente de efluentes, manejo con bienestar de la hacienda, disposición de los cadáveres, y una larga lista de cuestiones sanitarias y de alimentación.
No es un secreto que la industria está tomando medidas para adaptarse a los nuevos requerimientos sociales y ambientales, buscando un equilibrio entre la eficiencia económica y la responsabilidad ambiental.
Ante la consulta de este medio a las autoridades del ministerio de Ambiente de Buenos Aires, además de graficar la lista de requisitos en los que están trabajando, deslizaron: “Estamos trabajando en una resolución específica dentro del marco de reglamentación de la Ley 14.867, para incluir compuestos adicionales que actualmente no están regulados, pero que son relevantes en los establecimientos feedlot”.
En concreto, lo que las autoridades provinciales prevén es en corto plazo, sumar nuevas exigencias y mediciones ambientales para lograr la habilitación, lo que para los productores representa una inversión imposible de realizar en este contexto, más allá de las intenciones ambientales que cada uno tenga.
Esta inversión, según explican, implica contratar asesores externos, aprobados por las autoridades bonaerenses, para efectuar las mediciones de calidad de aire, y por ende de emisión del establecimiento, quienes realizan las muestras.
A su vez, especialistas en gestión ambiental de feedlots, explicaron a Bichos de Campo que el problema de esta forma de medición radica en que la medición se realiza una sola vez, y ese dato puede no significar demasiado, porque las condiciones pueden ser cambiantes, y además que la información puede ser modelizada sin necesidad de una erogación tan grande como supone el especialista contratado.
Referentes del sector ganadero afirman que esta iniciativa provincial poseía una fuerza muy grande durante el año pasado, pero que con el tiempo comenzó a diluirse. En esta segunda parte del 2024, hay quienes afirman que las autoridades volvieron a la carga en este sentido, lo que da sustento a la idea de la resolución nueva que estudia el Ministerio de Ambiente.
Marianela Diez, especialista en la material por su rol de coordinadora de Grupo de Gestión Ambiental en Feedlot por el INTA, explicó que la entidad ya se viene preparando para este cambio: “Este año comenzamos estudiando una línea que tiene que ver con la contaminación del aire, en convenio con el INCITAP, que es un instituto de investigación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de La Pampa”.
Diez, añadió: “Estamos evaluando partículas PM10, que son partículas imperceptibles al ojo humano, que se generan en el feedlot producto del movimiento de la hacienda, del movimiento del mixer cuando va a dar la comida. Entonces esas partículas están en el aire y lo que estamos haciendo nosotros es recolectando esas partículas, colocando los colectores en distintas posiciones del corral y lo que vamos a estudiar es qué calidad tiene esa partícula y cómo eso impacta en el ser humano y en la gente que trabaja ahí”.
Mirá la entrevista completa con Marianela Diez:
Al respecto, la especialista de INTA Villegas argumentó en diálogo con este medio, que para ellos también es algo nuevo. “Tenemos mucha investigación generada, hay mucho dato en lo que es recurso a agua y cómo impacta estos sistemas intensivos al agua de la napa freática, que ya tenemos instalada una red de freatímetros que venimos siguiendo desde el 2016. Y en lo que es aire nos faltaba algo como para iniciarnos. Establecimos un convenio con este instituto de los cuales nosotros proveemos lo que es el sitio de ensayo y hacemos los muestreos y ellos ponen todo lo que es la parte de análisis, de datos y de laboratorio”.
Eso lo paga el consumidor final, no hay problema
No. El precio ya está determinado por oferta y demanda y un mayor costo de producción no de puede trasladar a precio, en un mercado de competencia. Son más de 1.000 oferentes. No se pueden poner de acuerdo para aumentar el precio