El Boletín Oficial publicado tras el largo feriado de Carnaval confirmó que el Gobierno decidió mantener el peso mínimo de faena en 300 kilos para los bovinos machos, pero aceptó las sugerencias de reducir ese piso para las hembras. Según las norma, se podrán enviar al matadero terneras (o vaquillonas, según la nueva tipificación) de hasta 250 kilogramos de peso vivo, incluso por debajo de lo que se especulaba.
“Sanciónese la comercialización con destino a faena o la faena comercial de animales bovinos machos cuyo peso res con hueso logrado sea inferior a 165 kilogramos y de animales bovinos hembras cuyo peso res con hueso logrado sea inferior a los 140 kilogramos”. Esto dice la Resolución publicada este miércoles y que había sido anticipada por Bichos de Campo. Si se toma un rendimiento al gancho del 56%, los 140 kilos establecidos para la hembra equivalen a una vaquillona de 250 kilos de peso vivo. En medias reses, hablamos de una pieza mínima, de 70 kilos.
Ver la Resolución sobre el Peso Mínimo de Faena para las hembras.
Con esta medida, la Secretaría de Agroindustria intenta ubicarse en una posición salomónica entre los sectores del negocio ganadero que pedían lisa y llanamente la eliminación del peso mínimo de faena vigente desde 2005 y quienes pedían su continuidad. Con la reducción del piso de faena para las hembras se desactiva uno de los principales argumentos de los detractores de la medida, que argumentaban que un mínimo de 300 kilos para las terneras/vaquillonas implicaba un engrasamiento excesivo del animal, que luego era penalizado por los mercados.
“Desde el punto de vista de la producción ganadera, por razones propias de la biología, la conversión de alimentos a carne es menos eficiente en las hembras que en los machos”, reconoce en sus considerandos la resolución firmada por el secretario Luis Miguel Etchevehere.
Ver Peso mínimo de faena: Se reduciría, pero solo para las hembras
Según este razonamiento, “esta característica hace imprescindible en el engorde de hembras cumplir con ciertas prácticas productivas y de alimentación sin las cuales se producen inadecuadas relaciones músculo/grasa tanto en la grasa de cobertura como intersticial”, lo que implica “un costo adicional en la producción de hembras en relación a la de los machos”.
Agroindustria también reconoció que “en muchas zonas del país las características de los sistemas productivos hacen inviable la terminación de las hembras en las mismas condiciones y tiempos que los machos para alcanzar el mismo peso”. Y por lo tanto consideró que “resulta pertinente tener en cuenta esta particularidad para que la producción de hembras encuentre oportunidades de abastecimiento de los mercados en condiciones económicas razonables que no afecten el libre juego de los mismos”.
Según Agroindustria, donde se debatió intensamente esta resolución porque había al menos cuatro variantes bajo análisis, bajar el kilaje mínimo para las vaquillonas no afectará la oferta de carne, pro cuanto “genera una mejora en la rentabilidad por mejor aprovechamiento de la eficiencia de conversión y una disminución de la necesidad de traslados de hacienda en diversas zonas ganaderas”.
La nueva resolución tiene otro detalle referido a los machos, que deberán seguir siendo faenados con un peso nunca inferior a los 300 kilos de peso salvo en casos “que por razones sanitarias o nutricionales les resulte imposible alcanzar el peso establecido” y siempre y cuando “su destino comercial sea conserva y/o manufactura y/o chacinados”.
Los márgenes de tolerancia que seguirá aplicando la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (ex ONCCA) antes de sancionar los incumplimientos a estos nuevos pesos mínimos seguirán siendo del 10% de cada lote enviado a los frigoríficos.
Las diferencias por sexo se refieren a hembras vs. machos enteros toritos !!! para el caso los castrados se pueden asimilar a las terneras, más allá de proponer sin limites de peso para ambos y no “discriminar” (¿!).