Llaman mucho la atención las designaciones que se vienen produciendo en los últimos días en el ámbito del Ministerio de Economía y la degradada Secretaría de Agricultura, ahora transformada en Bioeconomía. Como el organismo todavía carece de una estructura definitiva a nivel de subsecretarías y direcciones, lo que está sucediendo es que algunos funcionarios son designados en cualquier puesto vacante disponible para que, a siete meses de gobierno de Javier Milei, puedan cobrar salarios acordes con sus funciones.
Eso es lo único que explica la designación días atrás de un experto amigo del secretario Fernando Vilella, Leonardo Galaburri, como director nacional de Forestación, cuando venía desempeñándose desde principios de gobierno en el cargo de Director de Extensión en Bioeconomía. Todo indica que el tipo en realidad no va a ocuparse de la política forestal, sino que fue nombrado allí simplemente para que pueda comenzar a cobrar un salario acorde con su responsabilidad.
La falta de una definición sobre la estructura definitiva del Ministerio de Economía y sus dependencia en el gobierno de Javier Milei muestra cierto desprecio de los libertarios al Estado y sus funciones. Pero a la vez urge a los funcionarios comenzar a retribuir con salarios acordes a sus colaboradores más leales. Por eso los están nombrando en los casilleros vacantes de la vieja estructura.
Así se entiende el dictado de dos resoluciones del Ministerio de Economía conocidas este jueves.
Por un lado, la Decisión Administrativa 631/2024 designa transitoriamente, a partir del 1° de abril de 2024, al señor Guido Baistrocchi en el cargo de Director Nacional de Articulación de Asuntos Productivos con las Provincias dentro de la Secretaría de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, que es el área que se armó el secretario Juan Pazo para desde allí poder coordinar las políticas productivas, con injerencia tanto en Industria como en Agricultura. El funcionario designado, que según el cargo debería articular con las provincias, es realmente el director de prensa del funcionario cercano a Caputo.
Dentro de Bioeconomía, en tanto, la Decisión Administrativa 630/2024 nombró a la licenciada María Eugenia Barbieri en el cargo de Directora Nacional de Desarrollo Productivo y Sustentable para los Pequeños y Medianos Productores, que también había quedado vacante tras el despido de su anterior ocupante, el productor Pedro Vigneau, que había sido el segundo de Vilella en el primer tramo de la gestión.
¿Quién es Barbieri? Claramente una funcionaria que sobrevive de la anterior gestión kirchnerista y que ha encontrado cobijo también dentro del nuevo gobierno libertario. Su principal soporte político en la actualidad también es el secretario Pazo.
Barbieri conoció a Pazo desde los tiempos en que era empleada de la Secretaría de Comercio, en le gestión macrista. Luego, en el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, pasó a venía ocupar tareas de relevancia junto a Delfo Buchaillot, el ex subsecretario de Agricultura. Y se transformó en una figura clave para lograr destrabar los SIRA (permisos de importación) para las empresas del rubro agrícola. Más recientemente trabajó en Bioeconomía en tareas de desregulación del mercado agrícola, dentro dela Subsecretaria de Mercados Agropecuarios conducida por Agustín Tejeda.
Nadie puede asegurar que Barbieri se mantendrá en el cargo de directora de Desarrollo Productivo y Sustentable para los Pequeños y Medianos Productores, pues no es un tema ni que maneje ni que le interese. Pero allí podrá cobrar por sus funciones reales hasta que el presidente Milei se digne aprobar una nueva estructura acorde para la reestructuración de ministerios que él mismo propició.
“Afuera”, decía el Presidente en tiempo de Campaña. “Adentro”, dicen sus funcionarios necesitados de normalizar sus ingresos. En el medio destila un profundo desprecio hacia el Estado.