Cada 14 de junio se celebra el Día de la Porcicultura, una actividad pujante en el país que sigue ampliando su presencia en el mercado año tras año. En Argentina su consumo se ubica por detrás de la carne bovina y aviar, rondando los 18 kilos por habitante al año.
Desde el sector dan cuenta de que esta carne posee distintos beneficios para la salud como Omega 9, que contribuye a reducir el colesterol; así como vitaminas del complejo B, como B1, B2, B3, B6 y B12.
Además, su composición grasa tiene un promedio de 48% monoinsaturados y ácidos grasos formados principalmente por ácido oleico, elementos que ayudan a mantener o aumentar ligeramente la presencia del llamado colesterol bueno.
En esta línea, la Federación Porcina Argentina (FPA) compartió cinco razones para aumentar su consumo.
En primer lugar, indicaron que favorece la salud cardiovascular dado su “su gran contenido de vitaminas del complejo B y su perfil de ácidos grasos monoinsaturados”.
“Incorporar este alimento en la dieta puede ser una estrategia efectiva para promover el bienestar general y mitigar el riesgo de enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y otros trastornos vasculares”, señalaron.
En segundo lugar, destacaron sus cortes magros: “La composición de los cortes magros de cerdo, tales como el lomo, el solomillo, cortes de jamón, paleta o la pierna, contienen menos del 5% de grasa total. En relación al contenido de la mayoría de las carnes magras que está por debajo del 10%, ubicándose en la misma categoría del pollo, pavo o codorniz”.
En cuando a su palatabilidad, resaltaron su sabor y jugosidad en la cocción, cualidades que se dan gracias a “su infiltración de grasa en el músculo adquiere esta cualidad”.
Sin embargo, afirmaron que es importante evitar cocinarla a temperaturas exageradas, ya que podría secarse un poco. Para ello se recomienda una temperatura de cocción que varíe entre los 71°C y 72°C.
Como cuarto punto sostuvieron que “la carne de cerdo se adapta fácilmente a diversas preferencias culinarias, propiedad que la convierte en una elección conveniente para satisfacer gustos y necesidades alimenticias variadas, inclusive en los paladares más exigentes”.
Finalmente, indicaron que se trata de un “complemento ideal para el deporte, especialmente para aquellos dedicados a la hipertrofia muscular, ya que proporciona la cantidad adecuada de proteínas esenciales que contribuyen al desarrollo muscular. Además, suministra grasas saludables necesarias para optimizar el rendimiento atlético”.
Daniel Fenoglio, presidente de la Federación Porcina Argentina (FPA) y de la Cámara Empresaria Porcina de Buenos Aires (Cepba), destacó en paralelo que el sector porcino es también líder en la promoción de buenas prácticas en las granjas locales.
“El Plan Estratégico Porcino 2022-2032 incluye iniciativas como la capacitación en esquemas de bioseguridad, la implementación de protocolos estrictos y la creación de un fondo de emergencia sanitaria. Estas medidas no solo aseguran la salud y bienestar de los animales, sino que también garantizan la producción de carne de alta calidad para los consumidores”, concluyó.