El día se puso gris, en mezclas exactas de blanco y negro, como el cuero de las vacas Holando Argentina, la raza lechera por excelencia en esta región del planeta. El blanco de la leche y el negro por el presente de la actividad lechera.
Bichos de Campo llegó al Mercado de Hacienda de Liniers temprano, pero ya el equipo de Canal Rural informaba de que los 1.082 bovinos que habían ingresado ese jueves (día en que no hay actividad y los corrales suelen quedar vacíos, salvo por algún remate especial),, cerca del 40% eran vacas lecheras. Blanco y Negro. El blanco de la leche que supieron producir y negro su futuro inmediato, entrando al matadero.
Había en total cerca de 350 vacas Holando reunidas en tiempo récord por varios productores de la zona de Brandsen y otras áreas cercanas a Buenso Aires donde todavía queda uno que otro tambo funcionando. Las había muy flacas, francamente de descarte, pero también “vacas buenas” que se encontraban en óptimo estado.
En la consignataria Usandizaga, una de las tres o cuatro que recibieron vacas lecheras para rematar, decidieron no levantar el martillo, porque apenas había un par de compradores interesados y fue fácil legar a un acuerdo: se cerró trato a 34 pesos por kilo vivo.
Cualquier acuerdo es más ventajoso para un productor de leche que mantener las vacas produciendo leche, porque las pérdidas actuales rondan los 2 pesos por litro producido. Si la vaca produce 25 litros por día, habrá perdido 50 pesos diarios. O 1.500 pesos por mes. En un tambo promedio de 200 vacas en ordeñe, el productor termina el mes con un rojo de 300.000 pesos. Más que rojo, negro.
Javier Linari, tambero desde hace 40 años en la llamada cuenca Abasto (junto a su hermano Juan Linari, hoy funcionario provincial de Lechería, armaron el tambo cuando tenía 20 años), explicó a Bichos de Campo las causas de esta protesta, que seguía un rato después con concentración de productores frente a las plantas de Mastellone Hermanos en Trenque Lauquen y General Rodríguez.
Dos pesos por litro, repite, futuro negro. Como muchos otros productores, él cree que le gobierno debería intervenir y presionar a la industria para que levante el precio pagado al productor de los 8 pesos actuales en promedio a por lo menos 11 pesos por litro. Eso daría aire. Volvería el blanco a pintar los horizontes.
Mañana gris en el Mercado de Hacienda de Liniers, donde varias docenas de vacas lecheras pasaron unas horas en los corrales y luego siguieron viaje hacia alguno de los frigoríficos que actualmente están haciendo negocios con ese tipo de carne de vaca de descarte, que termina exportándose a mercados de bajo valor como Rusia o China.