Si todo sale bien y el clima no vuelve a jugarle una mala pasada a los productores, en los próximos meses se sembrarían 9,35 millones de hectáreas de maíz, una superficie récord. Es lo que estimó el Ministerio de Agroindutria de la Nación, confirmando las buenas expectativas del sector privado. Tamaña siembra superaría a la del ciclo previo en 2,7%. Pero respecto de la campaña 2015/16, cuando el productor sembró con Cristina y cosechó con Mauricio, el salto sería del 35%.
Suponiendo un rendimiento de 7.300 kilos por hectárea, como ha sido el promedio de las últimas campañas, la producción total de maíz (comercial y para autoconsumo en chacra) podría llegar hasta 68 millones de toneladas. Esto implicaría un salto del 70% respecto de la campaña 2015/16, cuando se lograron 40 millones de toneladas y del 37% frente a la campaña 2016/17, que fue la última con buenos rindes para el cultivo y en la que se alcanzaron 50 millones de toneladas. No tomamos en cuenta la campaña 2017/18, que acaba de concluir, porque la producción de maís se vio seriamente afectada por la sequía.
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Desde el arranque de la gestión de Macri el panorama se ha modificado mucho para la producción de cereales y la rotación de cultivos. La quita de retenciones, la eliminación de los ROE y la continua mejora del tipo de cambio (el dólar aumento 125% desde el arranque de este gobierno), favorecieron con claridad la producción de trigo y maíz.
El analista Sebastián Salvaro, de Az Group, dijo que “la intención de siembra local es muy grande porque para el productor es también un forma de quedar dolarizado sin comprar dólares. Además hay buenos perfiles (de humedad) y la intención de recuperar campos que se habían perdido con la seca y la inundación. La limitante está en cómo construir los modelos en cada caso, lo que implica afinar el lápiz en la compra de semillas, agroquímicos, esquemas de aparcería y otros insumos, ya que no contamos más con un maíz de 170 dólares sino de 150 dólares a cosecha”.
Los precios bajos son la contracara de la mayor producción esperada de maíz, que de todos modos traerá alivio a los consumos, ya que se recuperará la disponibilidad de alimentos para vacas, pollos y cerdos.
Hay que tener en cuenta que la cosecha de maíz argentino llegaría luego de una muy buena cosecha del cereal en Estados Unidos, donde los “farmers” se preparan para recolectar a fin de este año unas 370 millones de toneladas, de acuerdo a lo que estimó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) en su informe de agosto.
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En Estados Unidos se sembraron 33 millones de hectáreas con ese cultivo, pero allí se espera un rinde promedio de 11.200 kilos por hectárea, lo que sería todo un récord en la productividad de los sembradíos, que le sacan una diferencia de 50% a los de nuestro país.
A ese volumen de cosecha se suman las 51 millones de toneladas del stock final esperado para la campaña 2018/19. En tal sentido el corredor Delfín Morgan dijo que el productor debe estar atento y utilizar las herramientas de los mercados a término, con la compra de opciones de venta sin comprometer la venta de la mercadería.